jueves, 24 de marzo de 2011

Mi rincón, mi momento.

Recién estrenada la primavera, y antes del cambio de hora, justo cuando salgo del trabajo, hago el camino a casa aún con luz del día. Me gusta sentarme en mi rincón de bloguear y tratar de olvidarme de los problemas: de lo mal que está la cosa, del maldito estrés que va a acabar con nosotros, de como anda todo manga por hombro por el mundo...
El tiempo parece ralentizarse, alargarse como las sombras de los árboles de la plaza que veo desde mi balcón en estos últimos coletazos de la tarde. El tiempo se para y nos da un respiro, un ratito para dedicarlo a nosotros mismos, a no hacer nada. Me gusta entonces oir buena música, suave, lenta... No esperéis de mi un gusto sofisticado, ni que os descubra algo maravilloso. Soy un poco clásico y lo que oigo es bastante conocido normalmente, pero a mi me vale. Me echo un poco hacia atrás en el sofá y saboreo la música, el descanso, el "estoy haciendo justo lo que me apetece: nada"; y me olvido por un momento de los problemas, de todos, propios y ajenos. Es, con diferencia la mejor hora del día, y a menudo, porque suelo pensar en que voy a contaros, vosotros que os acercáis a estas páginas, formáis parte de ella. Vosotros y esa música que me acompaña, y no quería dejar pasar un día más sin decíroslo. Gracias.



Esto es vida...

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