domingo, 2 de mayo de 2010

Sobre la misa y la libertad.

Como creo que dejé claro ayer, estoy en contra de la imposición del velo a las niñas. Desearía que en ellas el llevarlo o no fuese una cuestión puramente personal y elegida desde la libertad. Pero lo que realmente me preocupa es si la actitud de nuestra sociedad no tiene ciertas (grandes) dosis de hipocresía.
Hablemos claro; a mi de pequeño mis padres me obligaban a ir a misa los domingos hasta que tuve cierta edad que impuse mi criterio y se me respetó. Aún entonces  intentaba eludir ese tema con ellos pues era algo espinoso. En todas las religiones que conozco los padres creyentes obligan a sus hijos a las prácticas religiosas que estiman pertinentes o aquellas que se han preceptuado como obligatorias en dicha religión. Con ello persiguen un fin que creen importante: que sus hijos tengan su misma fe. Esto que constituye en nuestra sociedad una práctica habitual (al menos eso creo) no veo que se critique por ninguna parte, pero.... ponerle a una niña el velo es una violación de la libertad. Para mi la imposición del velo y la de ir a misa son exactamente lo mismo; una imposición parental por una cuestión cultural, pues la relgión es una señal de identidad cultural como la que más, que trata que los hijos perpetuen esa identidad. 
Por supuesto que creo que los padres que obligan a los niños a ir a misa lo hacen pensando que es lo mejor para ellos, faltaría más. Mis padres siempre pretendieron lo mejor para mí. Si estaban equivocados o no ya es otra cuestión. Tampoco eso puedo asegurarlo. Lo que me lleva a pensar lo mismo de los padres creyentes de otras religiones; supongo que sus imposiciones tienen el mismo buen propósito que las de los nuestros. Me parece una hipocresía total criticar una actitud y no la otra: o todos o ninguno, y eso no lo veo por ningún lado. Es dificil determinar hasta que punto esas imposiciones son aceptables: hasta que edad y hasta que nivel son admisibles. Pero lo que es indudable es  que se deben mirar con la misma perspectiva y criterio en todas las religiones. La nuestra en ese sentido, no creo que deba ser privilegiada. Por eso decía ayer que si queremos una sociedad laíca en las escuelas o en cualquier ámbito público, debemos evitar los símbolos de cualquiera de las religiones. Pero si queremos darnos una sociedad en libertad, debemos permitir que cada uno porte individualmente aquellos con los que se sienta identificado. La tolerancia debe ser el criterio a seguir, igual para todos y  con amplitud de miras.
Una última reflexión: si llevar cubierta la cabeza parece un signo de mala  educación, me hago una pregunta que ya insinué ayer. ¿ Se obligaría a una monja a quitarse el tocado? ¿ Se la expulsaría del centro si se negase a hacerlo? Y, lo que me parece más preocupante ¿ Sería la actitud de nuestra sociedad, y la nuestra propia,  igual que la que se ha producido por el velo de las niñas musulmanas?
No debemos excusarnos en que en otras culturas son mucho menos permisivos. Si queremos ser libres debemos permitir la libertad y no mirar a donde no dejan serlo.  Creo tener las respuestas a esas preguntas, y precisamente eso es lo que menos me gusta.

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