lunes, 24 de mayo de 2010

T.

Este fin de semana comenzó con el peor de los principios. A los veinte años ha muerto la hija de un amigo íntimo. Sabíamos de la gravedad y que el final estaba cercano. A pesar de ello cuando llega el momento, te golpea con toda su fuerza y siempre te coge de improviso. Aun sabiendo que era cuestión de días te sorprende y desconcierta. ¿Por qué?. Era un ser alegre; divertida y vital,  no sé si más hermosa por dentro o por fuera. Recuerdo su imagen de hace algunos años, siendo una niña (aún lo era) delgada y alegre, en la playa divirtiéndose con sus amigos, siempre con una preciosa sonrisa en la boca. Era la alegría de la calle. Los Morancos ya no serán lo mismo.
La vimos despues, ya hinchada por los tratamientos pero seguía estando guapísima y alegre. Era ella la que nos animaba a todos. Organizó la fiesta de cumpleaños para su hermana, y disfrazó a toda la familia, aquel día estaba exultante: disfrutó con ver a todos vestidos con los trajes más variopintos. Preparó trajes hasta para la homenajeada pues la fiesta era sorpresa e implicó a toda la calle para adornarla. Su hermana se quedó de piedra, tardó en reaccionar porque aquello era increible... y ya estaba bastante mal. Luego empeoró y hubo que ingresarla. Seguía en contacto con la gente por  las redes sociales. 
Cuando la villa se inundó, envió un mensaje a  Colorao por facebook preguntando como estábamos. El tono era alegre o mejor animoso, porque sabía que no nos había pasado nada, pero al ver en la tele la villa pensó en nosotros. Mi hijo, sabedor de lo mal que estaba, no sabía en que términos contestarle. Le dije que si su tono era alegre que lo hiciese en ese mismo, que no había que añadirle penas (bastantes tenía con las que estaba pasando). Siempre fue cariñosa con todo el mundo y no dejó de serlo ni en el último instante.
Se que ha sufrido, que lo ha llevado con un valor y una madurez impropia de su edad, que era la más fuerte, todos echos polvo y ella dando ánimos. Deja un vacío imposible de llenar. 
No pongo nombres porque en el blog nunca lo hago  (o son falsos), pero los que la conocíais sabeis quien era. A los demás puedo aseguraros que se nos ha ido un ser excepcional, alguien que merecía y mucho la pena. Alguien con una alegría de vivir que contagiaba, y que no merecía ese final. A sus padres, hermanas y familia que deciros que no sepais ya: nada puede suplir su falta, pero la vida sigue y hay en la casa pequeños en los que volcarse para no morirse de la angustia. Y a ti, la alegría de cuantos te tenían a su lado, donde quiera que estés, un beso. Sigue siendo allí igual de maravillosa que fuiste aquí en el poco tiempo que pudimos disfrutarte. Si puedes, envíales a tus padres esa sonrisa tuya que les alegre siquiera un momento, no compensará tu falta, pero la necesitan para poder seguir adelante.

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