domingo, 20 de junio de 2010

EL BAILE

Hoy, solo en casa, no sé por qué me ha dado por contar uno de esos pequeños secretos inconfesables. Si, uno de esos que no tienen gran importancia pero que siempre negamos, aunque mucho me temo que aquellos que nos conocen lo saben con total seguridad.
 Me hubiese encantado saber bailar. Si, no asustaros, no me ha pasado nada. Los que me conoceis sabeis que nunca bailo, que siempre me he escudado en los manidos tópicos : "los chicos no lloran", "los hombres no bailan", "los hombres que bailan sevillanas son mariquitas" y otras zarandajas por el estilo. La realidad es que me hubiese gustado saber bailar, y que no lo hago por timidez, porque me da vergüenza y siento que voy a hacer el ridículo.
Soy una persona que tiene que controlarlo todo en su vida, y el baile supone el abandono del control; el dejarse llevar por la música, el ritmo, la situación y el momento. Eso me supera; no soy capaz. Los pies se me mueven, el cuerpo se ladea ligeramente de forma acompasada y me envaro, como aquel que empieza a notarse borracho y para antes de que la cosa empeore. Me encanta la música y no se me da mal el ritmo, por eso si la música tiene una cadencia que me gusta, ya estoy dando golpes con manos y pies a lo que sea. No puedo evitarlo, pero la expresión corporal no es lo mío. me aterroriza y el cuerpo se descontrola; ya no llevo bien el ritmo y el cuerpo va como si unas partes fueran atrasadas y otras adelantadas, como en una tienda de relojes baratos. Mi cabeza distingue perfectamente como tal mano se movió antes y aquella pierna lo hizo después, pero es incapaz de coordinarlas. Para llevar el ritmo se combinan perfectamente, para moverse soy un pato mareado. Supongo que si me liberara de esos prejuicios, no digo que fuese un buen bailarín; pero al menos podría moverme con cierto sentido del ritmo. Probablemente disfrutaría con ello como otro aspecto más de mi pasión por la música.
El componente visual de la música es la danza, el baile y, de hecho, lo disfruto cuando veo a alguien que baila bien, con algo de envidia, lo confieso.Ver a alguien que se mueve bien es maravilloso, parece como si pudieran expresar mil cosas con el movimiento, se explican mejor que hablando. A veces parece como si se asomara el alma en esos giros, como si se abandonaran al sonido dejando que su subconsciente domine su cuerpo y sea quien controle el movimiento. Estan como en trance, como en una especie de hipnósis que hipnotiza al que los mira. Admiro quien es capaz de hacer eso, quien me permite ver la música a través de su cuerpo.
 Pero no se puede tener todo en esta vida y muchos envidian mi facilidad para sacar música de casi cualquier cosa. En el fondo, si he de renunciar a algo, prefiero que sea eso y poder seguir divirtiéndome con la guitarra, el piano, los bongos o cualquiera de los muchos instrumentos  con los que chapurreo sonidos que a veces recuerdan a música. Me gustaría que sonaran mejor, pero con eso me conformo.




viernes, 18 de junio de 2010

SARAMAGO

La noticia triste de su muerte me llegó a mediodía. Admiré y admiro a este autodidacta porque si es difícil aprender cuando tienes todos los medios, imaginaos cuando no tienes nada. Aprendió a leer y escribir solo. Normal que no tenga Dios, no lo ha visto ni en pintura, y si lo hay, por él no se preocupó mucho. Curiosamente, por haber aprendido solo, tuvo un gran maestro y a las pruebas me remito; su bibliografía es de una coherencia como pocas. El nivel de calidad de sus obras es muy parejo; no hay, o al menos así me lo parece, petardazos en su producción. Era un currante nato, y eso se nota en sus libros; estaban tremendamente trabajados. Como encima era un gran escritor pues las obras eran redondas. Comprometido con sus ideas, comunista de toda la vida, era sin embargo tremendamente respetuoso con las ideas de los demás. Siempre hablaba claro, pero sin aspavientos, no elevaba nunca el tono pero decía lo que tenía que decir. Se puede razonar sin tener que chillar, sobre todo si, como él, se tienen argumentos.
He leído unos cuantos libros de Saramago, me faltan muchos, pues su producción es bastante extensa, pero es de esos autores que me sorprenden gratamente con cada libro. El enfoque, la lente con la que mira al mundo en sus obras, me parece brillante. Es un ateo capaz de escribir un Evangelio, o demostrar que en el país de ls ciegos, la que ve es la que más ha de sacrificarse y luego si mantiene la lucidez hay que exterminarla, junto con los que, ejerciendo sus derechos, no hacen lo que desde el poder se espera de ellos.
Contador de historias maravillosas, de viajes fascinantes, en los que lo más absurdo es el Hombre.
Este verano creo que haré acopio de algunas de sus novelas que aún no he leído. Seguro que las disfrutaré.
Nunca quiso ir al cielo porque no creía en él. Espero que dondequiera que se encuentre, esté en la gloria. Lo tiene más que merecido.

jueves, 17 de junio de 2010

entrada 200: ripiando que es gerundio.

A mi querida hija, para que le vaya de lujo en sus exámenes, sea  como sea, con ayuda de Mangote o de cualquier otro superhéroe. Y a D. José perdón, por destrozarle el poema.


Con diez Mangotes por manga,
viento en popa, a toda prisa,
lo que no sabe improvisa,
este invento juvenil.

Genial truquito al que llaman
por su ventaja el Querido
es de todos bienvenido
en el mundo estudiantil.

Con la hoja por delante
leyendo va cada pregunta
y al poco rato barrunta
que la cosa está fatal.

Y ve el estudiante salir
a Mangote en su rescate
y lo que veía ya cate
es aprobado al final.


Que es mi Mangote un tesoro
que me libra de estudiar,
me deja irme de juerga
y encima luego, aprobar.

miércoles, 16 de junio de 2010

Ahondando en el tema de la muerte.

Perdón. Ante todo perdón. Hablaba el otro día con cierta frivolidad sobre la muerte de alguién que califiqué de ridícula o graciosa, aunque fuera entre paréntesis. La muerte es un acto único. Nos iguala y nos distingue del resto de las personas. Es lo que nos confirma el carácter de mortales, decimos que todos somos mortales pero solo se está seguro de eso al morirse. Los que creen en el jucio final, y que llegará cuando menos lo esperemos, piensan que llegado el día, los que vivan en ese momento serán juzgados por sus actos, pero no tienen por qué haber muerto necesariamente. En ese sentido no serían mortales.
La muerte de cada uno es algo único, aunque mueran juntos y por la misma causa muchos hombres, cada uno tendrá una muerte única y diferente. Al fin y al cabo, la muerte es la única piedra en la que el hombre no puede tropezar dos veces. Al menos nadie lo ha hecho hasta ahora.
Por eso es un momento tan personal que debemos respetar la de todos y cada uno que han pasado por ese trance. No es fácil en algunos casos, porque lo extraordinario y curioso de algunas muertes provocan una reacción poco respetuosa en nuestra mente. No podemos evitarlo, pero podemos dejarlo ahí guardado y solo exteriorizar respeto. Os contaré otra muerte extraña: Cleomenes I, rey de Esparta murió loco. Algunas historias dicen que, incapaz de dejar de morderse a si mismo, murió desangrado como consecuencia de esas heridas autoinfligidas. No sé que sentimientos provoca en los demás; a mi, al conocerla, me dejó perplejo.

martes, 15 de junio de 2010

Pitágoras

¡Que poco valoramos a los demás!. Hablamos de Pitágoras y pensamos que era un señor que lo único que hizo en su vida fue decir   "a2 + b2 = c2" y se quedó descansando. Lo cierto es que Pitágoras no descubrió su famoso teorema, pues era ya conocido por persas y egipcios mucho antes; la escuela pitagórica lo que hizo fue demostrarlo matemáticamente y también el inverso, es decir si en un triangulo se cumplía dicha relación, el triangulo tenía un ángulo recto. Hoy día esto nos parece evidente, pero entonces esto no estaba tan claro.
Pero tengo serias dudas sobre lo que opinaría el propio Pitágoras sobre cual fue el más importante de sus logros, y me da la impresión que no sería su hoy famosísimo teorema.
Fue el descubridor de la teoría musical. Él descubrió las relaciones entre las frecuencias de las diferentes notas musicales. Realmente no eran las frecuencias sino la relación de  las longitudes que tenían que tener las cuerdas de una lira para dar las diferentes notas (ambos datos son proporcionales, por eso se dice que halló las relaciones de las frecuencias).
Acuñó el término filósofo para definir a los estudiosos sobre el comportamiento de las cosas. En matemáticas demostró que solo existen 5 poliedros regulares, descubrió los numeros irracionales y montones de cosas más. Fue el primero en pensar que las matemáticas podrían describir el mundo.
Sus ideas religiosas era tambien bastante diferentes de las que imperaban en su tiempo en Grecia. Creía en  la transmigración de lasa almas, en la reencarnación. Para él el alma pasaba por diferentes seres vivos en incontables ocasiones y este ciclo solo cesaba cuando un hombre haciendo siempre lo correcto conseguía liberar el soplo de divinidad que reside en todas las almas, haciendo a esta adquirir la virtud de la mortalidad para unirse a un Dios  que lo es Todo y cesar el ciclo transmigración. Es probable que tomara parte de estas ideas en sus viajes a Egipto y Persia. Su idea de Dios era mucho más "moderna"que las de su tiempo y parecida a las imperantes en en lejano Oriente. Toda su vida y sus enseñanzas estaban impregnadas de esa aspiración de la perfección y la búsqueda de lo "Puro". Sospecho que de todo esto se sentía mucho más orgulloso que de la dichosa formulita.Al fin y al cabo la fórmula es para hallar catetos.

sábado, 12 de junio de 2010

Un año malo lo tiene cualquiera.

Es en mi un tema recurrente el destino y como juega con nosotros. Me da por pensar de vez en cuando en ello. Normalmente hay algo que me empuja; casi siempre una lectura. Estoy releyendo "Creación" de Gore Vidal y me ha transportado al siglo de Pericles y la Atenas  y Susa de aquel momento. Como una de las mil historias marginales que en el libro se cuentan aparece algo de la vida de Esquilo. Al releer sucintos detalles de su muerte he recordado algunos más que aprendí de niño. No sé si conocéis la historia. Existen varias versiones, os contaré la que sé.
Esquilo, considerado el padre de la tragedia griega, fue un autor muy popular en su tiempo. Sin embargo en su epitafio es recordado como soldado y no como escitor. Había por entonces unos certámenes literarios que siempre ganaba Esquilo, pero un año ("annus horribilis" para él) le dieron el premio a Sófocles y a Esquilo le dió un "sofoclón" (perdón por el chiste malo, pero no me he podido aguantar). Como poco antes el Oráculo le había anunciado que moriría al caerle una casa encima, con el cabreo de la derrota y atemorizado por los presagios, decidió irse a Sicilia y vivir en el campo, lejos de cualquier edificación. Parecía con ello evitar los vaticinios del Oráculo, pero el destino gusta jugar con nosotros, pobres mortales, para acabar riéndose de nuestros cuidados. Esquilo era calvo, un día un quebrantahuesos confundiendo su cabeza con una piedra,  le arrojó una tortuga para romperle el caparazón y así poder comérsela. Su precisión resultó mortal, no para la tortuga sino para el infeliz Esquilo, que huyendo de las edificaciones vino a ponerse debajo de la casa de la tortuga que le cayó encima y lo mató. Sino fuera porque la muerte de un humano no es cosa de risa no me digáis que no tiene guasa. El sentido del humor del destino es más fino que el británico. Personalmente es la muerte más (¿ridícula?), (¿graciosa?) extraña que conozco.
La lección que aprendí de esta historia es que es mejor no conocer nuestro porvenir. No solo porque no lo vamos a poder evitar de ningún modo, sino porque hagamos lo que hagamos acabaremos ayudándole. Prefiero que sea lo que Dios quiera, pero que no me lo diga. Pero, cuando el destino quire jugar con nosotros, tiene una mala leche que da miedo. Hay muchas otras historias donde el hombre hace lo más improbable solo para cumplir, mientras cree que lo evita, su destino. No hay quién pueda con él.

P.D. He ido a la peluquería bloggera para darle un cambio de look. Renovarse o morir. Este me parece algo más alegre. Espero que os guste, aunque tampoco me he quebrado mucho la cabeza, lo reconozco. Solo he mirado dos o tres y hala este mismo.

jueves, 10 de junio de 2010

Bilderberg me da Yuyu

Da miedo pensar en lo que nos cuentan del "ahora famosísimo" Club Bilderberg. Hasta hace unos días os confieso mi incultura pero no había oido hablar de este tema ni un palabra. Ahora, un amplio despliegue informativo con imágenes lejanas de un impresionante hotel y unas no menos impresionantes medidas de seguridad, han metido en todas nuestras casas noticias de ese importante y selecto grupo de personas que se reunen para nadie sabe qué, pero todos piensan que, como son ricos, para hacerse más ricos sin importar que eso nos haga al resto de los mortales más pobres.
No sé si se puede creer todo lo que de ellos se anda diciendo, pero hay un refrán que dice "reunión de pastores, ovejas muertas". Cuando los poderosos se reunen no es para hacer obras de caridad precisamente, e intereses de pobres y ricos rara vez coinciden.
El secretismo y la seguridad que rodea a esa reunión no ayuda precisamente a tranquilizar al personal. El hecho de que oficialmente ni la reina ni Zapatero hayan estado allí, aunque realmente lo hayan hecho me parece cuando menos inmoral. Si son nuestros representantes debemos saber donde y para qué nos representan. Si lo que allí se trata redunda en nuestro beneficio por qué no contarlo. Si se expresa a realidad de la situación mundial y por tanto tambien la nuestra, no deberían ocultárnosla. Esa falta de información es cuando menos sospechosa y da pie a elucubrar y pensar en lo peor, puede que incluso más de lo que realmente allí se trate o de las cosas que se decidan.
Tambien me da miedo que se reuniesen el año pasado en Grecia y pocos mese después se declarara la nación prácticamente en quiebra. Este año se han reunido en España; puede ser casualdiad, pero se me abren las carnes solo de pensarlo. Los buitres se reunen siempre en el mismo tipo de sitios, donde se huele a cadáver.

miércoles, 9 de junio de 2010

Siempre puede salir algo bueno.

F. es uno más de los muchos chavales que en los ochenta entraron en el mundo de la droga. Tenía el perfil típico: delgado, muy alto, siempre con rápidos andares y el gesto huraño.
Hijo de familia  humilde tenía que buscar el dinero para la heroína en la calle; atracos, hurtos, pequeños robos, trapicheos y pedir, siempre pidiendo, a menudo intimidando a quien pedía, en definitiva, cualquier medio que le proporcionara algo para ir a buscar su dosis. Como la Justicia es tan lenta al principio parecía que se iba a escapar de rositas de todos esos pequeños delitos que cometía; lo cogían los guardias y al rato el juez lo ponía en libertad. Y vuelta a las andadas.
Su padre, harto de que se llevase de casa lo poco que tenían lo echó mil veces , pero al poco su madre lo volvía a meter tras no pocas peleas conyugales. Tras una de aquellas entradas y salidas de la casa paterna se fue de la villa. Supimos de él por sus padres, que descansaron cuando se fue a vivir bien lejos. Así nos enteramos que se casó (o algo así) con una mujer que andaba sus mismos pasos. De esa unión nació un niño.
Un buen día llamaron a sus padres. Estaba en el hospital al borde de la muerte. Los médicos no les daban ninguna esperanza pero sobrevivió. Quedó condenado a una silla de ruedas con medio cuerpo inmovilizado, pero con el mal genio y la ira de siempre.Los padres tuvieron que traérselo porque la mujer decía que ella no iba a cuidarlo. Cargaron con él los pobres y al poco vuelta a sus viejas costumbres; allá que va el buen mozo en su sillita de ruedas zascandileando para buscar algo de dinero para sus asuntos. No pasó mucho tiempo cuando la mujer le mandó a los abuelos tambien al nieto. Ella seguía llevando la misma vida y el niño era un estorbo. De sus modestas pensiones, dos bocas más que alimentar, ya que el hijo, pensionista no contributivo, hacía honor a este apelativo y, con su pensión, tampoco contribuía al mantenimiento de la casa.
El niño vino con todos los trucos aprendidos para hacer sus santa voluntad. Hijo de padres que nunca se preocuparon de su educación, sabía como conseguir hacer lo que quería. Sus padres pasaban de él y lo único que les importaba era que los dejase tranquilos para poder drogarse. Nunca había ido al colegio, comía solo lo que decía que le gustaba y no obedecía en absoluto ni a los abuelos ni a  nadie. Poco a poco lo fueron educando entre abuelo y abuela  (algo así como poli malo, poli bueno) y consiguieron escolarizarlo. Al principio los engañaba diciendo que nunca traía deberes ni nada que estudiar, hasta que los profesores hablaron con ellos para decirles que el nieto no avanzaba ni llevaba nunca las tareas.Desde ese momento el abuelo empezó a supervisarle los deberes, y la abuela poco a poco va consiguiendo que coma más cosas. Me dicen que el chiquillo empieza a ser otro, más dócil y responsable. Poco a poco empieza a asumir que la vida obliga a ciertas cosas y que no puede ser siempre lo que uno quiere. Me alegro.
Les tengo cariño a esos pobres padres/abuelos que se han llevado toda la vida padeciendo la mala cabeza de ese hijo que no les ha dado más que disgustos y ahora, ya viejos, tiene que educar a un nieto temendamente dificil. La abuela intenta darle caprichos que ya le han dicho que no son buenos y que no le convienen, pero... qué no hace una abuela para contentar a un nieto. La vida siempre ha sido dura con ellos y ni en su vejez les permite descansar.
Me gustaría que tuvieran suerte y éxito con la educación de ese nieto,  que esa alegría les compensara de tantos disgustos. Que de todo esto saliera, al fin, algo bueno. Que la vida de ese inconsciente hubiese producido al fnal algo que mereciera la pena. Quiero creer que es posible y que así va a ser, que de tanto ingrediente malo puede salir algo bueno. Al fin y al cabo, es del estiércol de quien saca las mejores fuerzas la semilla de la rosa para desarrollar su belleza.

lunes, 7 de junio de 2010

lo normal no vende

Se me comenta fuera de estos terrenos pero por alguien que los pisa, que solo presento en ellos a gente de la villa que son reprobables o deficientes. Repaso las entradas y hay algo de eso, es cierto.
Desgraciadamente tendemos a destacar mucho más los aspecto negativos de las cosas que los positivos. Hay muchos más programas sobre cotilleos en la tele que sobre las acciones abnegadas de voluntarios ayudando a los más necesitados. Mi repaso a la antropología local se detiene más en los extremos que en la normalidad, como es lo lógico. Cierto que la mayoría, aquí como en todas partes, son personas corrientes , con vidas normales (no digo insulsas). Pero lo destacable es aquello que se aparta, siquiera un poco, de lo habitual. Salvo algún caso evidente, les tengo cariño a aquellos que describo y os puedo asegurar que no odio a ninguno, ni a aquellos que quisieron hacernos daño. Doy gracias a Dios pero no odio ni a mi peor enemigo. Alguna ventaja habría de tener la tibieza de mis sentimientos; no solo van a ser los buenos los que los sufran también los malos se ven atenuados.
En cuanto  a aquellos de los que comento actitudes "poco edificantes" por no decir totalmente reprobabes, el argumento es parecido. La mayoría de la gente no presenta ese curriculum, pero por esa misma razón son esos los personajes que se comentan, lo normal no se resalta.
Cierto que todos tenemos cosas de las que arrepentirnos, pero no suelen ser de ese calibre. Soy consciente que también actitudes mías podrían ser criticables e incluso puede que motivo de una entrada en un blog, claro que no será en éste. Si alguién decide escribirlas y me es dado leerlas tendré que aguantarme, pero no seré yo quién tire piedras contra mi propio tejado.





miércoles, 2 de junio de 2010

Ramón

La Naturaleza no fue muy generosa con Ramón. Con una inteligencia bastante limitada, el cuerpo algo contrahecho y escasa visión. A pesar de todo a menudo se le ve feliz. La gente siempre se ha reído de él. En el casino le hacen contar mil veces cosas de su mili. En su disparatada cabeza hay historias donde aconseja a un general en una batalla, le enseña a manejar un barco, arregla submarinos y no se cuantas fantasías más de ese calibre. Está convencido que son ciertas todas y cada una de ellas, y la gente se parte de risa oyéndolo contarlas. Él no se da cuenta de la burla y una y otra vez cuenta sus historias creyendo que lo admiran. Le hacen repetir mil veces algún trozo como si fueran ellos los que no se enteraran; no se cansa, repite una y otra vez disculpando la "torpeza" ajena.
Se pasa las horas yendo a los negocios de sus amigos y charlando un rato, al poco, alegando no se qué asunto pendiente se va a buscar a otro amigo para charlar un rato. Por la botica pasaba de vez en cuando y charlaba mucho con el mancebo. Durante un tiempo vino casi a diario, ahora ha espaciado algo sus visitas. 
Hace algún tiempo venía por cuestiones laborales a la farmacia con cierta frecuencia María. Madurita y tímida pasaba por las boticas haciendo su trabajo. Supongo que Ramón la vió en sus múltiples visitas a las distintas farmacias ya que somos un sector al que frecuenta. Cuando le asignaron más zona, María dejó de venir a las boticas y hacía las gestiones por teléfono. Ya rara vez se presentaba por aquí, mantenía el contacto con todos pero no le daba tiepo a visitar todos los pueblos de su zona.
Entonces Ramón empezó a preguntar.- Y María ¿ No viene ahora?- cuando le decía que hacía tiempo que no la veía pero que hablabacon ella por teléfono siempre me encargaba recuerdos de su parte. Meses se tiró viniendo casi a diario y preguntando lo mismo, llevándose siempre igual respuesta. Nunca iba más allá, ni un comentario personal, ni una sola palabra más sobre ella, pero se veía el tipo de interés que le rondaba. Tras haber oido mi respuesta, charlaba un  poco de cualquier cosa y se iba alegando cualquier tarea, despidiéndose hasta mañana.
No sé por qué un día se dió cuenta que ya nunca la veíamos y él disminuyó la frecuencia de sus visitas. Cambió un poco la pregunta.- ¿ Hace mucho que no hablas con María?- le digo que casi todas las semanas, pero que ya no puede venir. Él agacha la cabeza, y me pide que le mande recuerdos de su parte.
Ya casi nunca viene por la botica. No sé donde pasará ahora las mañanas, sigue yendo al casino para ver el futbol o los toros y sigue contando sus historias cuando se lo piden. Se diría que sigue pareciendo que se le ve feliz. Pero cuando por las tardes, despues de cerrar me lo cruzo camino de su casa,  invariablemente cada vez, me pregunta si hablo mucho con María y me pide que le dé recuerdos de su parte. Y su mirada baja denota tristeza.

martes, 1 de junio de 2010

Se acabó la feria.

Dice el refrán que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Por fin acabó el slalom lúdico-laboral de esta semana. De martes a martes no he tenido una noche normal de dormir en mi cama y a su hora. Entre la feria y las guardias todo ha sido un disloque. Claro que la percepción no es la misma en las noches de guardia que en los trasnoches feriantes: ambos cansan pero no es lo mismo. De todos modos, ya necesitaba un poco de normalidad; el cuerpo acaba por añorar la paz de lo cotidiano, por muy divertida que sea la alternativa. Tengo además problemas con internet en el ordena de la botica, por lo que no puedo actualizar en él. Como es en el que suelo hacerlo, la periodicidad de las entradas se va espaciando. Tengo escritos en mi cuaderno de apuntes un montón de ideas y trozos para publicar, pero cuando tengo tiempo no tengo internet, cuando hay internet no tengo tiempo y cuando tengo de ambos me faltan las ganas. En definitiva me he tirado al palo. Ahora ya trataré de volver a las viejas costumbres, tiraré de mis notas y espero sacar un texto casi todos los días. Para los próximos tres o cuatro ya está casi todo el trabajo hecho. Hago propósito de la enmienda, o amenazó con ser más pesado, miradlo como queráis. Pero, igual que MacArthur, os aseguro que volveré.