lunes, 7 de junio de 2010

lo normal no vende

Se me comenta fuera de estos terrenos pero por alguien que los pisa, que solo presento en ellos a gente de la villa que son reprobables o deficientes. Repaso las entradas y hay algo de eso, es cierto.
Desgraciadamente tendemos a destacar mucho más los aspecto negativos de las cosas que los positivos. Hay muchos más programas sobre cotilleos en la tele que sobre las acciones abnegadas de voluntarios ayudando a los más necesitados. Mi repaso a la antropología local se detiene más en los extremos que en la normalidad, como es lo lógico. Cierto que la mayoría, aquí como en todas partes, son personas corrientes , con vidas normales (no digo insulsas). Pero lo destacable es aquello que se aparta, siquiera un poco, de lo habitual. Salvo algún caso evidente, les tengo cariño a aquellos que describo y os puedo asegurar que no odio a ninguno, ni a aquellos que quisieron hacernos daño. Doy gracias a Dios pero no odio ni a mi peor enemigo. Alguna ventaja habría de tener la tibieza de mis sentimientos; no solo van a ser los buenos los que los sufran también los malos se ven atenuados.
En cuanto  a aquellos de los que comento actitudes "poco edificantes" por no decir totalmente reprobabes, el argumento es parecido. La mayoría de la gente no presenta ese curriculum, pero por esa misma razón son esos los personajes que se comentan, lo normal no se resalta.
Cierto que todos tenemos cosas de las que arrepentirnos, pero no suelen ser de ese calibre. Soy consciente que también actitudes mías podrían ser criticables e incluso puede que motivo de una entrada en un blog, claro que no será en éste. Si alguién decide escribirlas y me es dado leerlas tendré que aguantarme, pero no seré yo quién tire piedras contra mi propio tejado.





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