domingo, 15 de noviembre de 2009

Horas de rebotica:GAGES DEL OFICIO

Llevo muchos años de profesión, y, como podéis imaginar, una botica da para montones de anécdotas. Muchas veces me han dicho (cuando he contado una) que por que no las escribo, que podría ser divertido. Nunca lo hice y esto de escribir sobre lo que uno piensa o aquello que le sucede a diario es una buena excusa para tratar de contar algunas de esas situaciones. Os diré que, a veces, parecen traiciones del subconsciente, pero la mayoría son errores de ingenuidad. Entre las primeras recuerdo un señor, ya de cierta edad, que trás esperar que la farmacia se quedara sola(indicación clarísima de o que quería), me pidió con voz que casi no le salía del cuerpo una caja de "perversativos duralex". ¿ Sería que pensaba hacer una perversidad con ellos o pensó que de cristal le durarían más?.
Algunas son tremendamente tiernas: recuerdo una de un día que estando de guardia entraron dos chicas de unos trece o catorce años. Empezaba a anochecer y estabamos solo ellas y yo, cuando les dije que en qué podía atenderlas, la que parecía más desenvuelta (aunque se notaba muy apurada),trás pensarselo un poco me dijo:
- ¿Podría darnos una caja de tampones?
- Cómo no, ¿Regular?- Su respuesta me supuso el esfuerzo más grande de mi vida para no reirme, con aun más apuro me contestó:
- Mejor me los da "buenesitos".
Hubo una vez una madre primeriza que me pidió un potito de "ternura con verderas". Una madre siempre quiere lo mejor para su hijo, y siempre quiere darle ternura.
Tengo muchas más, otro día contaré otras cuantas (la verdad es que es un buen plan B para cuando no se me ocurra nada).
El video de hoy temazo... Po ser finde.

1 comentario:

Concha Rivero dijo...

Ya creo que me entran los comentarios. Se ha activado sólo.