jueves, 26 de noviembre de 2009

LOS CANGREJOS SAMURÁIS HEIKE

Conocí esta historia gracias a la serie Cosmos del ya fallecido Carl Sagan. Luego, al leer el libro que se editó sobre dicha serie, pude apreciar mejor los, a mi entender, preciosos matices de la misma. Intentaré resumir la historia, pero os remito al relato de Sagan. Es infinitamente mejor.


Año de 1185 D.c. . Japón es gobernado por el emperador Antoku de solo 7 años, líder del clan samurai Heike que ostentaba la hegemonía en todo el territorio. Un clan rival, los Genji, aspiraba al trono imperial alegando tener los mismos o mayores derechos que los Heike. Ambos clanes mantuvieron una guerra feroz. La batalla final tuvo lugar el 24 de Abril de 1185 en Danno Ura, en el mar interior de Japón. El clan Heike, con Antoku a la cabeza, fue derrotado y sus guerreros supervivientes se arrojaron al mar para no ser cogidos presos. La Dama Nii, abuela y tutora de Antoku, con gran dolor de su corazón, pero decidida a que su nieto no fuese capturado, lo ayudó, tras hacerle cumplir sus ritos con los dioses, arrojándose con él al agua mientras le decía – “En el mar está nuestro reino”.


Del clan Heike solo sobrevivieron 43 mujeres, damas de honor de la corte imperial, que fueron obligadas a vender flores y  a prostituirse con los pescadores de la zona, como una forma de escarnio al clan vencido… .Este parecía el trágico fin del otrora poderoso clan Heike.
Aquellas mujeres y sus descendientes crearon un festival, cada 24 de Abril, para conmemorar la batalla, él cual aún hoy sigue teniendo lugar. Ese día se dirigen a Akama, donde existe un mausoleo en honor de Antoku y tiene lugar una ceremonia para honrar a los valientes guerreros Heike.

Existe una leyenda que dice que los samuráis Heike aun habitan en el mar interior en forma de cangrejos. Los pescadores cuando sacan los cangrejos de las redes devuelven al mar aquellos cuyo caparazón recuerda la cara de un samurai pues creen que realmente uno vive en su interior. Aparecen bastantes con caparazones que se parecen realmente mucho a agresivos samuráis.


  ¿Por qué un cangrejo va a formar un caparazón con la cara de un samurai? La respuesta, tal como ayer adelanté es la acción del Hombre.   Los cangrejos presentan marcas arbitrarias en sus caparazones, si algunas se asemejaban a un rostro humano, el cangrejo era devuelto al mar con lo que dejaría mayor descendencia que otro con cualquier otro aspecto pues éste si será recogido y consumido.
 Esta selección, en la que el cangrejo no tiene ninguna participación, que los pescadores han realizado durante cientos de años, ha hecho que en los caparazones aparezcan realmente cada vez más rasgos no solo humanos, sino japoneses, e incluso de samurai agresivo, ya que proporciona mayores posibilidades de sobrevivir. Es la selección artificial. Solo que, en este caso, no es con fines lucrativos por parte de los humanos, ni para un mejor aprovechamiento de los recursos, sino por algo más bello como es el respeto y amor a unos antepasados.
Perdón por el video, pero no me he podido resistir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante lo de los cangrejos!! Veo que ya estás poniendo etiquetas, a ver si hablo con Arvi pa lo del contador de google!! Taluegooo!!!