domingo, 21 de marzo de 2010

Como la 2

Que difícil es trazarse un camino y ajustarse a él contra viento y marea. Que difícil no dejarse influir por el entorno, no buscar la aprobación o el aplauso de los demás. Tendemos a hacer aquello que creemos  que se espera de nosotros antes incluso de lo que consideramos que debemos hacer. Una suerte de vanidad nos impulsa a buscar la aceptación ajena antes que la satisfacción propia. Y modificamos nuestra actitud para amoldarse a lo que entendemos que se espera de nosotros.
Cada día miro las estadísticas de mi blog, para ver si la gente me sigue, quien vuelve a diario o con cierta periodicidad, o quien se aburrió tras seguirme un tiempo y ya no entra en el blog. Cuando los números bajan uno se plantea si lo que está haciendo no le interesa a nadie, si los datos suben, aparte de animarte, piensas si los nuevos contenidos habrán sido más atractivos para el personal. Cuando quieres darte cuenta es posible que estés cambiando tu forma de hacer las cosas para conseguir mantener enganchada a la gente. 
Se parece, salvando las distancias, a lo que les pasa a los de la tele con las cuotas de pantalla. Los programas se confeccionan y modifican en función de la audiencia conseguida o esperada, y cuando no se obtienen los resultados pretendidos el programa se cae de la programación. Algo así nos ocurre en el blog, nos obsesionamos con conseguir distraer a nuestros seguidores para que cada día sean más; que entrén nuevos y no se vaya nadie.
Hoy pensando tranquilamente en todo esto creo que no es el camino. Debemos hacer lo que creemos y que la gente haga lo que quiera. Nuestro mensaje debe ser  un reflejo de nosotros mismos, o algo que pensamos de verdad, no lo que nos parece que va a ser del agrado de los demás. Así , volviendo al símil de antes con las teles es probable que acabemos haciendo Blog-basura, como los programas de la tele de máxima audiencia. Prefiero, dentro de mis limitadas posibilidades, hacer algo así como los reportajes de la 2, cosas menos vistas pero de más calidad.
Vale como teoría perfecto, pero cuando miro las estadísticas y veo que me lee menos gente me deprimo, la vanidad es algo inevitable. Gracias a Dios no he pensado aún "subir la audiencia" ni con "tetas y culos" ni con chismorreos. El día que eso suceda, creo que cierro el chiringuito.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor en estos casos es hacer lo que te dé la gana y no mirar las estadísticas... aunque, claro, eso depende de para quién hagas el blog. Si lo haces para ti, pasa del personal, pero si lo haces para los demás, entonces vas a seguir dándole vueltas al tema inevitablemente... Un besote y ánimo!

Concha Rivero dijo...

Ni te lo plantees. Tú sigue a lo tuyo. Que guste o no guste es problema de los otros. Ante todo,uno tiene que saber reconocerse en todo lo que hace. Así que, sigue tal cual. Si te sirve de algo, a mi me gusta.

Anónimo dijo...

Sí, a mí también me gusta... lo que pasa es que tu ritmo virtual y mi ritmo de practiqueo son directamente proporcionales entre sí e inversamente proporcionales a mi tiempo libre para leerte... tengo que ponerme al día!

j.garq dijo...

Para las dos: Gracias,por vuestra paciencia y perseverancia leyéndome. Más gracias todavía por darme ánimos.
Os diré que tengo gente fiel que no sé quienes son de diferentes sitios de España. Con mayor o menor periodicidad me leen así que no seré tan malo como creo (pero tampoco tan bueno como los que me quieren me dicen). Dejémoslo en del montón, tampoco aspiro a más. Un par de besos para cada.