miércoles, 3 de marzo de 2010

A la antigua usanza.

(Escrito en Brosix, la noche del Domingo al Lunes, entre Febrero y Marzo).
Ahora, a 60 kilómetros de mi portatil, sin Wifi a mano, estoy preparando mi próxima entrada a la antigua usanza: con papel y boli.
Son raros los días que no publico nada, y hoy será uno de esos. No es que no quiera, es que no tengo con qué. Pero eso no impide que escriba. Dije que me sentaría  a hacerlo a diario y aquí estoy; delante de un cuaderno emborronando hojas.
Actualmente, cuando voy a empezar a escribir, abro una pestaña con el DRAE, otra con el diccionario de sinónimos de Wordreference, y otra con Google por si tengo alguna duda sobre  algo del tema que estoy tratando. En este momento los echo de menos (que pronto nos acostumbramos a lo bueno).
Hace casi 40 años que escribo, y siempre ha sido como hoy: un cuaderno, un bolígrafo y a pensar. Apenas había ayudas, tenía a mano mi diccionario de la RAE, un ejemplar de tamaño folio en dos tomos, y no muy lejos una enciclopedia: en casa de mis padres la Espasa de ocho tomos, más tarde en mi casa una Larousse que me compré porque no podía vivir sin una al lado para resolver mis dudas.
Pero, a pesar de que hoy tenemos más facilidades, de nada sirve si falta lo fundamental: las ideas. Delante de unas hojas en blanco (o de la pantalla del ordenador) uno tiene que decidir que quiere contar y como va  hacerlo. Si eso falta, ni con todos los medios del mundo, podrás sacar un texto adelante.
Esto me recuerda una anécdota que oí hace muchos años sobre David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd. Ahora pienso que es  apócrifa, porque he leido que Gilmour se considera un guitarrista técnicamente limitado, pero en su momento me la creí totalmente. Se decía que alguien le había reprochado a Gilmour que podía conseguir el magnífico sonido de sus solos gracias a su maravillosa Gibson Les Paul y sus pedales y aparatos. Él se defendió diciendole que le dejaba todo lo que él usaba , a ver si era capaz de crear esos sonidos que él incorporaba a sus canciones.
Los medios nos facilitan la labor, pero si no hay creatividad no se puede suplir con nada. Una buena composición, sea musical  o literaria, surge de la mente humana, no de los aparatos por muy buenos que sean. He acabado uniendo como siempre mis dos grandes pasiones: la música y las letras. Como una canción perfecta.
El video de hoy tenía que ser de Pink Floyd. La canción que según muchos entendidos contiene el mejor solo de guitarra de la historia, casualmente, de David Gilmour.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez que te acostumbras al ordenata... coger el boli te cuesta más... a mí ya me choca coger apuntes y escribir en los exámenes... cómo cambian las cosas!