lunes, 4 de enero de 2010

JUSTICIA: ¿ NATURAL O HUMANA ?

En la naturaleza  el desvalido no tiene el apoyo de sus congéneres. En la lucha por la supervivencia solo los más aptos ganan la batalla. Aquellos que presentan anomalías o algún problema, normalmente no pueden sobrevivir. Para el devenir de la especie esto es lo más conveniente,  pues los individuos con fallos genéticos rara vez  consiguen dejar descendencia. Así una malformación o déficit de cualquier tipo no pasa a la siguiente generación y desaparece con el individuo que la presenta. Esto elimina los genes defectuosos y la carga genética de la especie solo conserva las mejoras, lo que implica un beneficio para la misma. El individuo no importa: es al bien de la especie al que se supedita todo. Desde esta perspectiva el individuo débil no solo no debe ser protegido, sino que debe ser sacrificado o abandonado a su suerte porque solo puede ser fuente de problemas para la especie en el futuro con su genoma defectuoso .
Con respecto a la especie humana el enfoque es diferente. Es cierto que ha habido casos como la civilización espartana donde se usaba un modelo muy similar al seguido por la naturaleza. Pero estos casos son excepcionales. Lo habitual es que el hombre tienda a proteger a los enfermos, desvalidos y discapacitados de cualquier tipo. Esto supone un contrasentido con respecto al criterio imperante en la naturaleza: se perpetuan los fallos genéticos. Muchas enfermedades que padecemos deberían haber desaparecido a lo largo de la historia humana, pero hemos permitido con nuestra protección que se hayan extendido y mezclado en nuestro genoma. Hoy conviven en él  muchos "trozos" de gen (los llamados alelos) normales con otros defectuosos y muchas personas sanas son portadoras de dicha información defectuosa. Enfermedades como la hemofilia se manifiestan cuando en el genoma del individuo no hay un alelo "sano", solo el defectuoso está presente. Hemos tenido que preparar sofisticados medicamentos para curar muchas de dichas enfermedades consiguiendo así hacer viables a los individuos enfermos y, por tanto, perpetuarlas.
Soy ferviente defensor, en la mayoría de los casos, de que la mejor alternativa es la que la naturaleza adopta. En este caso no lo veo así. Sé que nuestra forma de actuar nos acarrea grandes problemas con respecto a muchas enfermedades y a muchas de las malformaciones que se nos presentan en nuestro recién nacidos. Pero (y en este pero radica mi objeción al criterio de la naturaleza), a pesar de los problemas que nuestra actitud nos crea (que son enormes) tiene a su favor algo que lo compensa todo con creces: Nos ha permitido disfrutar de la obra y del talento de algunos de los más grandes Hombres que han existido. Individuos como Stephen Hawking, Jorge Luis Borges, Joaquín Rodrigo, Gaby Brimmer,Ray Charles, Stevie Wonder entre otros muchos no hubiesen sobrevivido y por tanto nos habríamos perdido sus obras. Los Hombres hemos pagado un coste muy alto, pero lo que estas personas nos han dejado con sus trabajos hace que merezca la pena.
Aquí tenéis dos muestras de lo que nos han dejado estas "criaturitas" (dicho sea con todo el cariño).








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