miércoles, 13 de enero de 2010

optimismo juvenil

Colorao se ha ido esta mañana sin paraguas. Le dije antes de salir que se lo llevara, que el hombre del tiempo decía que iba a diluviar. Me miró como a un bicho raro. -Pero es que ahora no está lloviendo-. Me contestó antes de irse.
No concibe salir de casa con un paraguas cerrado. Todo lo más, volver a casa con él, porque tuvo que usarlo a la ida. Política de hechos consumados.Así funciona  la juventud; como si no fuera igual de desagradable una mojada a la ida que a la vuelta. Es como si un optimismo vital les dijera que todas las situaciones solo viran a mejor. Si ahora no llueve, luego solo podrá lucir el sol. Naturalmente no es que lo vean así, y si se lo planteas dicen que eso es una tontería, pero cuando han de tomar la decisión no piensan en nada y salen a cuerpo gentil. Gracias a Dios, sus cuerpos aguantan bien las mojadas, y ese pecado de juventud, como todos los demás, se cura con el tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tranquilo, cuando se moje un par de veces cogerá el paraguas y lo echará en la mochila... lo digo por experiencia