miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ahora resulta que los guapos viven más.

Según se desprende de un trabajo de unos científicos daneses resulta que aquellas personas que tienen cara de niño viven más que aquellos que aparentan más edad de la que realmente tienen. Además las personas que han tenido una posición más dura en la vida son más propensos a morir antes de tiempo y su vida se refleja en su cara. En el mismo se indica por tanto que la apariencia puede determinar la longevidad de una persona.

El estudio, totalmente serio, aporta los datos que justifican estas afirmaciones. La explicación de este hecho viene dado por  la longitud de los tramos finales de nuestros cromosómas, los llamados telómeros, y su importancia como protectores de  los mismos. En cada división una parte del telómero se pierde. Cuando ya  queda un trozo de telómero pequeño cesa su actvidad protectora y   los cromosomas se pueden unir dando lugar a combinaciones aberrantes. Antes de que eso suceda la célula inicia un proceso de muerte programada  (flipante ¿No?). En resumen si tienes telómeros largos tus celulas pueden dividirse más veces y viven (y vives) más tiempo.
Como resulta que el aspecto juvenil  nos parece a los humanos más atractivo normalmente, interpretamos como belleza, en muchos casos, ese tipo aniñado. Encima que su aspecto les favorece socialmente, su genética los hace más longevos.
A esos si que les ha tocado la lotería, más que a los que estan saliendo en la tele....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces no te podrás quejar muchachito!!!

Concha Rivero dijo...

Jajaja, te has pasado de la Coca Cola al whisky de Malta? Jajaja. Este finde tú y yo tenemos que brindar con champan. Tengo que verte empezar el 2010 tomando algo de alcohol. Eso es menos peligroso que tirarse en parapente, digo yo. Así que... Feliz Navidad. Disfrutad.Sé feliz con tu maravillosa familia y nos vemos (si sobrevivo) el 31 de diciembre donde siempre. Te quiero. Bueno, os quiero... Hasta pronto!