domingo, 27 de diciembre de 2009

Don´t Worry, be guarri

La semana pasada echamos un estupendo día de campo con unos amigos. Después de las lluvias caídas estos últimos días la tierra estaba totalmente llena de agua y había barro por todas partes. Algunos de los matrimonios más jóvenes llevaban niños pequeños. Nada más salir del coche empezaron a correr y a jugar a la pelota. Al poco no había diferencia entre ropa y piel. Todo era barro y lodo. Uno de ellos, que se había caido, parecía un ecce homo, lloraba de dolor y de miedo a la bronca que le iba a caer...


Mi amiga le riñó a su hijo por como se había puesto la ropa antes que atender al posible daño(que no era nada). Después de aguantar el chaparrón materno, yo, sin que ella me viera (Dios me libre) le guiñé un ojo, y él me devolvió una sonrisa traviesa....


¡Qué maravilla mancharse jugando! Algo que somos más dados niños que niñas y que las madres parecen incapaces de comprender. Es un placer que no te importe lo que pasa con tu ropa o tu cara, solo importa divertirse. Jugar haciendo lo que te apetece, solo lo que quieras.



 Cuando era niño recuerdo un placer voluptuoso en ensuciarme mientras jugaba. Parecía como si las aventuras fueran más reales, los partidos más importantes y dificiles de ganar. Incluso parecía un acto de autoafirmación y rebeldía ante el ineludible broncazo por las manchas y los rotos con los que llegaba a casa. Eran heridas de guerra y, por tanto, lo mejor que uno podía tener y enseñar a los amigos. Así que... queridas y sufridas mamás, las lavadoras hoy son fáciles de poner, y la ropa en los factorys está tirada....  Dejad a los niños disfrutar, guarreando se es más feliz. En el futuro os lo agradecerán...



No hay comentarios: