lunes, 14 de diciembre de 2009

FAUNA IBÉRICA: A todos los tontos se les aparece la Virgen

Aitor Menta Segura está encantado de conocerse. Se considera totalmente preparado y orgulloso de sí mismo. Dice cumplir las tres cosas que hay que hacer en la vida, pues plantó a su hijo(por vago), tiene un libro (aunque no lo haya leído vale) y escribió (aunque poco) en un árbol. Presume de ser un gran jugador de tenis y de mus habiendo ganado a los campeones de su provincia de ambas actividades. Lo que no dice es que ganó al campeón de tenis al mus, y al de mus al tenis. Con estas credenciales es fácil comprender que era un ser abocado al éxito.
Empezó de albañil, pero al poco se hizo contratista y engañando a todo el que lo contrataba, en plena burbuja del ladrillo, amasó una curiosa fortuna. Con el éxito se dedicó a gastar sin medida en coches, viajes, aficiones caras, etc. Dejó a su mujer por otra mucho más joven que tenía aficiones aún más caras que las suyas. No importaba cuanto ganase, todo se iba en caprichos; mas no había problema, mañana ganaría más. Vivía al día, pero no se privaba de nada.
 Un día la crisis nos dió a todos en la cabeza. La burbuja inmobiliaria explotó tanto en las narices de Aitor como de tantos otros nuevos ricos, y allí empezó el llanto y el rechinar de dientes... Ahora se arrepentía de no haber guardado en lo mucho para vivir en lo poco. Se acabaron lujos y queridas, viajes y placeres. No sabía como iba a pagar lo que debía. Andaba como loco buscando dinero e intentando vender como fuera los pisos que antes le quitaban de las manos al precio que fuese. No entendía cómo ni por qué había cambiado tanto la cosa.
 Cuando empezaban a llegar papeles del juzgado por sus ya numerosos impagos, y la situación se antojaba desesperada, acertó una de seis en la primitiva. Él pensaba que se lo merecía.
Dicen que Dios le da pan al que no tiene dientes, pero a algunos, además del pan les arregla la dentadura. Si Dios escribe recto con renglones torcidos a alguno parece que todo le viene derecho. No sé si habrá escarmentado o volverá a dilapidar su suerte, si es así es para darle... Lo que pasa es que lo que fácil llega igual se marcha. Ya veremos.

2 comentarios:

Concha Rivero dijo...

Dicen que hay quien nace con estrella y quien nace estrellao... No sabes la de Aitores que conozco yo tambien aqui en la city. De esos, que a base de contarte pelotazos y batallitas, te hacian sentir como un pringao. Ahora, muchos de ellos andan llorando por las esquinas. Y, a diferencia de tu Aitor con su loteria, la vida no suele dar segundas oportunidades. Y si no, sería injusto para el resto.

j.garq dijo...

Concha no te equivoques, la vida no es justa ni injusta. Hay quién dispone de más oportunidades que Platanito y quien no sale de desgraciao en su vida. Hay quien tiene todo y otros que ni donde caerse muertos. Y lo de que pone a cada uno en su lugar que me lo digan mirando la miseria de los niños en África. No, la vida(llámale suerte, destino, azar o el apellido que te apetezca)tira dados para todos y cada uno tiene lo que le sale.... que no siempre es lo que se merece. Porca miseria...