domingo, 20 de junio de 2010

EL BAILE

Hoy, solo en casa, no sé por qué me ha dado por contar uno de esos pequeños secretos inconfesables. Si, uno de esos que no tienen gran importancia pero que siempre negamos, aunque mucho me temo que aquellos que nos conocen lo saben con total seguridad.
 Me hubiese encantado saber bailar. Si, no asustaros, no me ha pasado nada. Los que me conoceis sabeis que nunca bailo, que siempre me he escudado en los manidos tópicos : "los chicos no lloran", "los hombres no bailan", "los hombres que bailan sevillanas son mariquitas" y otras zarandajas por el estilo. La realidad es que me hubiese gustado saber bailar, y que no lo hago por timidez, porque me da vergüenza y siento que voy a hacer el ridículo.
Soy una persona que tiene que controlarlo todo en su vida, y el baile supone el abandono del control; el dejarse llevar por la música, el ritmo, la situación y el momento. Eso me supera; no soy capaz. Los pies se me mueven, el cuerpo se ladea ligeramente de forma acompasada y me envaro, como aquel que empieza a notarse borracho y para antes de que la cosa empeore. Me encanta la música y no se me da mal el ritmo, por eso si la música tiene una cadencia que me gusta, ya estoy dando golpes con manos y pies a lo que sea. No puedo evitarlo, pero la expresión corporal no es lo mío. me aterroriza y el cuerpo se descontrola; ya no llevo bien el ritmo y el cuerpo va como si unas partes fueran atrasadas y otras adelantadas, como en una tienda de relojes baratos. Mi cabeza distingue perfectamente como tal mano se movió antes y aquella pierna lo hizo después, pero es incapaz de coordinarlas. Para llevar el ritmo se combinan perfectamente, para moverse soy un pato mareado. Supongo que si me liberara de esos prejuicios, no digo que fuese un buen bailarín; pero al menos podría moverme con cierto sentido del ritmo. Probablemente disfrutaría con ello como otro aspecto más de mi pasión por la música.
El componente visual de la música es la danza, el baile y, de hecho, lo disfruto cuando veo a alguien que baila bien, con algo de envidia, lo confieso.Ver a alguien que se mueve bien es maravilloso, parece como si pudieran expresar mil cosas con el movimiento, se explican mejor que hablando. A veces parece como si se asomara el alma en esos giros, como si se abandonaran al sonido dejando que su subconsciente domine su cuerpo y sea quien controle el movimiento. Estan como en trance, como en una especie de hipnósis que hipnotiza al que los mira. Admiro quien es capaz de hacer eso, quien me permite ver la música a través de su cuerpo.
 Pero no se puede tener todo en esta vida y muchos envidian mi facilidad para sacar música de casi cualquier cosa. En el fondo, si he de renunciar a algo, prefiero que sea eso y poder seguir divirtiéndome con la guitarra, el piano, los bongos o cualquiera de los muchos instrumentos  con los que chapurreo sonidos que a veces recuerdan a música. Me gustaría que sonaran mejor, pero con eso me conformo.




viernes, 18 de junio de 2010

SARAMAGO

La noticia triste de su muerte me llegó a mediodía. Admiré y admiro a este autodidacta porque si es difícil aprender cuando tienes todos los medios, imaginaos cuando no tienes nada. Aprendió a leer y escribir solo. Normal que no tenga Dios, no lo ha visto ni en pintura, y si lo hay, por él no se preocupó mucho. Curiosamente, por haber aprendido solo, tuvo un gran maestro y a las pruebas me remito; su bibliografía es de una coherencia como pocas. El nivel de calidad de sus obras es muy parejo; no hay, o al menos así me lo parece, petardazos en su producción. Era un currante nato, y eso se nota en sus libros; estaban tremendamente trabajados. Como encima era un gran escritor pues las obras eran redondas. Comprometido con sus ideas, comunista de toda la vida, era sin embargo tremendamente respetuoso con las ideas de los demás. Siempre hablaba claro, pero sin aspavientos, no elevaba nunca el tono pero decía lo que tenía que decir. Se puede razonar sin tener que chillar, sobre todo si, como él, se tienen argumentos.
He leído unos cuantos libros de Saramago, me faltan muchos, pues su producción es bastante extensa, pero es de esos autores que me sorprenden gratamente con cada libro. El enfoque, la lente con la que mira al mundo en sus obras, me parece brillante. Es un ateo capaz de escribir un Evangelio, o demostrar que en el país de ls ciegos, la que ve es la que más ha de sacrificarse y luego si mantiene la lucidez hay que exterminarla, junto con los que, ejerciendo sus derechos, no hacen lo que desde el poder se espera de ellos.
Contador de historias maravillosas, de viajes fascinantes, en los que lo más absurdo es el Hombre.
Este verano creo que haré acopio de algunas de sus novelas que aún no he leído. Seguro que las disfrutaré.
Nunca quiso ir al cielo porque no creía en él. Espero que dondequiera que se encuentre, esté en la gloria. Lo tiene más que merecido.

jueves, 17 de junio de 2010

entrada 200: ripiando que es gerundio.

A mi querida hija, para que le vaya de lujo en sus exámenes, sea  como sea, con ayuda de Mangote o de cualquier otro superhéroe. Y a D. José perdón, por destrozarle el poema.


Con diez Mangotes por manga,
viento en popa, a toda prisa,
lo que no sabe improvisa,
este invento juvenil.

Genial truquito al que llaman
por su ventaja el Querido
es de todos bienvenido
en el mundo estudiantil.

Con la hoja por delante
leyendo va cada pregunta
y al poco rato barrunta
que la cosa está fatal.

Y ve el estudiante salir
a Mangote en su rescate
y lo que veía ya cate
es aprobado al final.


Que es mi Mangote un tesoro
que me libra de estudiar,
me deja irme de juerga
y encima luego, aprobar.

miércoles, 16 de junio de 2010

Ahondando en el tema de la muerte.

Perdón. Ante todo perdón. Hablaba el otro día con cierta frivolidad sobre la muerte de alguién que califiqué de ridícula o graciosa, aunque fuera entre paréntesis. La muerte es un acto único. Nos iguala y nos distingue del resto de las personas. Es lo que nos confirma el carácter de mortales, decimos que todos somos mortales pero solo se está seguro de eso al morirse. Los que creen en el jucio final, y que llegará cuando menos lo esperemos, piensan que llegado el día, los que vivan en ese momento serán juzgados por sus actos, pero no tienen por qué haber muerto necesariamente. En ese sentido no serían mortales.
La muerte de cada uno es algo único, aunque mueran juntos y por la misma causa muchos hombres, cada uno tendrá una muerte única y diferente. Al fin y al cabo, la muerte es la única piedra en la que el hombre no puede tropezar dos veces. Al menos nadie lo ha hecho hasta ahora.
Por eso es un momento tan personal que debemos respetar la de todos y cada uno que han pasado por ese trance. No es fácil en algunos casos, porque lo extraordinario y curioso de algunas muertes provocan una reacción poco respetuosa en nuestra mente. No podemos evitarlo, pero podemos dejarlo ahí guardado y solo exteriorizar respeto. Os contaré otra muerte extraña: Cleomenes I, rey de Esparta murió loco. Algunas historias dicen que, incapaz de dejar de morderse a si mismo, murió desangrado como consecuencia de esas heridas autoinfligidas. No sé que sentimientos provoca en los demás; a mi, al conocerla, me dejó perplejo.

martes, 15 de junio de 2010

Pitágoras

¡Que poco valoramos a los demás!. Hablamos de Pitágoras y pensamos que era un señor que lo único que hizo en su vida fue decir   "a2 + b2 = c2" y se quedó descansando. Lo cierto es que Pitágoras no descubrió su famoso teorema, pues era ya conocido por persas y egipcios mucho antes; la escuela pitagórica lo que hizo fue demostrarlo matemáticamente y también el inverso, es decir si en un triangulo se cumplía dicha relación, el triangulo tenía un ángulo recto. Hoy día esto nos parece evidente, pero entonces esto no estaba tan claro.
Pero tengo serias dudas sobre lo que opinaría el propio Pitágoras sobre cual fue el más importante de sus logros, y me da la impresión que no sería su hoy famosísimo teorema.
Fue el descubridor de la teoría musical. Él descubrió las relaciones entre las frecuencias de las diferentes notas musicales. Realmente no eran las frecuencias sino la relación de  las longitudes que tenían que tener las cuerdas de una lira para dar las diferentes notas (ambos datos son proporcionales, por eso se dice que halló las relaciones de las frecuencias).
Acuñó el término filósofo para definir a los estudiosos sobre el comportamiento de las cosas. En matemáticas demostró que solo existen 5 poliedros regulares, descubrió los numeros irracionales y montones de cosas más. Fue el primero en pensar que las matemáticas podrían describir el mundo.
Sus ideas religiosas era tambien bastante diferentes de las que imperaban en su tiempo en Grecia. Creía en  la transmigración de lasa almas, en la reencarnación. Para él el alma pasaba por diferentes seres vivos en incontables ocasiones y este ciclo solo cesaba cuando un hombre haciendo siempre lo correcto conseguía liberar el soplo de divinidad que reside en todas las almas, haciendo a esta adquirir la virtud de la mortalidad para unirse a un Dios  que lo es Todo y cesar el ciclo transmigración. Es probable que tomara parte de estas ideas en sus viajes a Egipto y Persia. Su idea de Dios era mucho más "moderna"que las de su tiempo y parecida a las imperantes en en lejano Oriente. Toda su vida y sus enseñanzas estaban impregnadas de esa aspiración de la perfección y la búsqueda de lo "Puro". Sospecho que de todo esto se sentía mucho más orgulloso que de la dichosa formulita.Al fin y al cabo la fórmula es para hallar catetos.

sábado, 12 de junio de 2010

Un año malo lo tiene cualquiera.

Es en mi un tema recurrente el destino y como juega con nosotros. Me da por pensar de vez en cuando en ello. Normalmente hay algo que me empuja; casi siempre una lectura. Estoy releyendo "Creación" de Gore Vidal y me ha transportado al siglo de Pericles y la Atenas  y Susa de aquel momento. Como una de las mil historias marginales que en el libro se cuentan aparece algo de la vida de Esquilo. Al releer sucintos detalles de su muerte he recordado algunos más que aprendí de niño. No sé si conocéis la historia. Existen varias versiones, os contaré la que sé.
Esquilo, considerado el padre de la tragedia griega, fue un autor muy popular en su tiempo. Sin embargo en su epitafio es recordado como soldado y no como escitor. Había por entonces unos certámenes literarios que siempre ganaba Esquilo, pero un año ("annus horribilis" para él) le dieron el premio a Sófocles y a Esquilo le dió un "sofoclón" (perdón por el chiste malo, pero no me he podido aguantar). Como poco antes el Oráculo le había anunciado que moriría al caerle una casa encima, con el cabreo de la derrota y atemorizado por los presagios, decidió irse a Sicilia y vivir en el campo, lejos de cualquier edificación. Parecía con ello evitar los vaticinios del Oráculo, pero el destino gusta jugar con nosotros, pobres mortales, para acabar riéndose de nuestros cuidados. Esquilo era calvo, un día un quebrantahuesos confundiendo su cabeza con una piedra,  le arrojó una tortuga para romperle el caparazón y así poder comérsela. Su precisión resultó mortal, no para la tortuga sino para el infeliz Esquilo, que huyendo de las edificaciones vino a ponerse debajo de la casa de la tortuga que le cayó encima y lo mató. Sino fuera porque la muerte de un humano no es cosa de risa no me digáis que no tiene guasa. El sentido del humor del destino es más fino que el británico. Personalmente es la muerte más (¿ridícula?), (¿graciosa?) extraña que conozco.
La lección que aprendí de esta historia es que es mejor no conocer nuestro porvenir. No solo porque no lo vamos a poder evitar de ningún modo, sino porque hagamos lo que hagamos acabaremos ayudándole. Prefiero que sea lo que Dios quiera, pero que no me lo diga. Pero, cuando el destino quire jugar con nosotros, tiene una mala leche que da miedo. Hay muchas otras historias donde el hombre hace lo más improbable solo para cumplir, mientras cree que lo evita, su destino. No hay quién pueda con él.

P.D. He ido a la peluquería bloggera para darle un cambio de look. Renovarse o morir. Este me parece algo más alegre. Espero que os guste, aunque tampoco me he quebrado mucho la cabeza, lo reconozco. Solo he mirado dos o tres y hala este mismo.

jueves, 10 de junio de 2010

Bilderberg me da Yuyu

Da miedo pensar en lo que nos cuentan del "ahora famosísimo" Club Bilderberg. Hasta hace unos días os confieso mi incultura pero no había oido hablar de este tema ni un palabra. Ahora, un amplio despliegue informativo con imágenes lejanas de un impresionante hotel y unas no menos impresionantes medidas de seguridad, han metido en todas nuestras casas noticias de ese importante y selecto grupo de personas que se reunen para nadie sabe qué, pero todos piensan que, como son ricos, para hacerse más ricos sin importar que eso nos haga al resto de los mortales más pobres.
No sé si se puede creer todo lo que de ellos se anda diciendo, pero hay un refrán que dice "reunión de pastores, ovejas muertas". Cuando los poderosos se reunen no es para hacer obras de caridad precisamente, e intereses de pobres y ricos rara vez coinciden.
El secretismo y la seguridad que rodea a esa reunión no ayuda precisamente a tranquilizar al personal. El hecho de que oficialmente ni la reina ni Zapatero hayan estado allí, aunque realmente lo hayan hecho me parece cuando menos inmoral. Si son nuestros representantes debemos saber donde y para qué nos representan. Si lo que allí se trata redunda en nuestro beneficio por qué no contarlo. Si se expresa a realidad de la situación mundial y por tanto tambien la nuestra, no deberían ocultárnosla. Esa falta de información es cuando menos sospechosa y da pie a elucubrar y pensar en lo peor, puede que incluso más de lo que realmente allí se trate o de las cosas que se decidan.
Tambien me da miedo que se reuniesen el año pasado en Grecia y pocos mese después se declarara la nación prácticamente en quiebra. Este año se han reunido en España; puede ser casualdiad, pero se me abren las carnes solo de pensarlo. Los buitres se reunen siempre en el mismo tipo de sitios, donde se huele a cadáver.

miércoles, 9 de junio de 2010

Siempre puede salir algo bueno.

F. es uno más de los muchos chavales que en los ochenta entraron en el mundo de la droga. Tenía el perfil típico: delgado, muy alto, siempre con rápidos andares y el gesto huraño.
Hijo de familia  humilde tenía que buscar el dinero para la heroína en la calle; atracos, hurtos, pequeños robos, trapicheos y pedir, siempre pidiendo, a menudo intimidando a quien pedía, en definitiva, cualquier medio que le proporcionara algo para ir a buscar su dosis. Como la Justicia es tan lenta al principio parecía que se iba a escapar de rositas de todos esos pequeños delitos que cometía; lo cogían los guardias y al rato el juez lo ponía en libertad. Y vuelta a las andadas.
Su padre, harto de que se llevase de casa lo poco que tenían lo echó mil veces , pero al poco su madre lo volvía a meter tras no pocas peleas conyugales. Tras una de aquellas entradas y salidas de la casa paterna se fue de la villa. Supimos de él por sus padres, que descansaron cuando se fue a vivir bien lejos. Así nos enteramos que se casó (o algo así) con una mujer que andaba sus mismos pasos. De esa unión nació un niño.
Un buen día llamaron a sus padres. Estaba en el hospital al borde de la muerte. Los médicos no les daban ninguna esperanza pero sobrevivió. Quedó condenado a una silla de ruedas con medio cuerpo inmovilizado, pero con el mal genio y la ira de siempre.Los padres tuvieron que traérselo porque la mujer decía que ella no iba a cuidarlo. Cargaron con él los pobres y al poco vuelta a sus viejas costumbres; allá que va el buen mozo en su sillita de ruedas zascandileando para buscar algo de dinero para sus asuntos. No pasó mucho tiempo cuando la mujer le mandó a los abuelos tambien al nieto. Ella seguía llevando la misma vida y el niño era un estorbo. De sus modestas pensiones, dos bocas más que alimentar, ya que el hijo, pensionista no contributivo, hacía honor a este apelativo y, con su pensión, tampoco contribuía al mantenimiento de la casa.
El niño vino con todos los trucos aprendidos para hacer sus santa voluntad. Hijo de padres que nunca se preocuparon de su educación, sabía como conseguir hacer lo que quería. Sus padres pasaban de él y lo único que les importaba era que los dejase tranquilos para poder drogarse. Nunca había ido al colegio, comía solo lo que decía que le gustaba y no obedecía en absoluto ni a los abuelos ni a  nadie. Poco a poco lo fueron educando entre abuelo y abuela  (algo así como poli malo, poli bueno) y consiguieron escolarizarlo. Al principio los engañaba diciendo que nunca traía deberes ni nada que estudiar, hasta que los profesores hablaron con ellos para decirles que el nieto no avanzaba ni llevaba nunca las tareas.Desde ese momento el abuelo empezó a supervisarle los deberes, y la abuela poco a poco va consiguiendo que coma más cosas. Me dicen que el chiquillo empieza a ser otro, más dócil y responsable. Poco a poco empieza a asumir que la vida obliga a ciertas cosas y que no puede ser siempre lo que uno quiere. Me alegro.
Les tengo cariño a esos pobres padres/abuelos que se han llevado toda la vida padeciendo la mala cabeza de ese hijo que no les ha dado más que disgustos y ahora, ya viejos, tiene que educar a un nieto temendamente dificil. La abuela intenta darle caprichos que ya le han dicho que no son buenos y que no le convienen, pero... qué no hace una abuela para contentar a un nieto. La vida siempre ha sido dura con ellos y ni en su vejez les permite descansar.
Me gustaría que tuvieran suerte y éxito con la educación de ese nieto,  que esa alegría les compensara de tantos disgustos. Que de todo esto saliera, al fin, algo bueno. Que la vida de ese inconsciente hubiese producido al fnal algo que mereciera la pena. Quiero creer que es posible y que así va a ser, que de tanto ingrediente malo puede salir algo bueno. Al fin y al cabo, es del estiércol de quien saca las mejores fuerzas la semilla de la rosa para desarrollar su belleza.

lunes, 7 de junio de 2010

lo normal no vende

Se me comenta fuera de estos terrenos pero por alguien que los pisa, que solo presento en ellos a gente de la villa que son reprobables o deficientes. Repaso las entradas y hay algo de eso, es cierto.
Desgraciadamente tendemos a destacar mucho más los aspecto negativos de las cosas que los positivos. Hay muchos más programas sobre cotilleos en la tele que sobre las acciones abnegadas de voluntarios ayudando a los más necesitados. Mi repaso a la antropología local se detiene más en los extremos que en la normalidad, como es lo lógico. Cierto que la mayoría, aquí como en todas partes, son personas corrientes , con vidas normales (no digo insulsas). Pero lo destacable es aquello que se aparta, siquiera un poco, de lo habitual. Salvo algún caso evidente, les tengo cariño a aquellos que describo y os puedo asegurar que no odio a ninguno, ni a aquellos que quisieron hacernos daño. Doy gracias a Dios pero no odio ni a mi peor enemigo. Alguna ventaja habría de tener la tibieza de mis sentimientos; no solo van a ser los buenos los que los sufran también los malos se ven atenuados.
En cuanto  a aquellos de los que comento actitudes "poco edificantes" por no decir totalmente reprobabes, el argumento es parecido. La mayoría de la gente no presenta ese curriculum, pero por esa misma razón son esos los personajes que se comentan, lo normal no se resalta.
Cierto que todos tenemos cosas de las que arrepentirnos, pero no suelen ser de ese calibre. Soy consciente que también actitudes mías podrían ser criticables e incluso puede que motivo de una entrada en un blog, claro que no será en éste. Si alguién decide escribirlas y me es dado leerlas tendré que aguantarme, pero no seré yo quién tire piedras contra mi propio tejado.





miércoles, 2 de junio de 2010

Ramón

La Naturaleza no fue muy generosa con Ramón. Con una inteligencia bastante limitada, el cuerpo algo contrahecho y escasa visión. A pesar de todo a menudo se le ve feliz. La gente siempre se ha reído de él. En el casino le hacen contar mil veces cosas de su mili. En su disparatada cabeza hay historias donde aconseja a un general en una batalla, le enseña a manejar un barco, arregla submarinos y no se cuantas fantasías más de ese calibre. Está convencido que son ciertas todas y cada una de ellas, y la gente se parte de risa oyéndolo contarlas. Él no se da cuenta de la burla y una y otra vez cuenta sus historias creyendo que lo admiran. Le hacen repetir mil veces algún trozo como si fueran ellos los que no se enteraran; no se cansa, repite una y otra vez disculpando la "torpeza" ajena.
Se pasa las horas yendo a los negocios de sus amigos y charlando un rato, al poco, alegando no se qué asunto pendiente se va a buscar a otro amigo para charlar un rato. Por la botica pasaba de vez en cuando y charlaba mucho con el mancebo. Durante un tiempo vino casi a diario, ahora ha espaciado algo sus visitas. 
Hace algún tiempo venía por cuestiones laborales a la farmacia con cierta frecuencia María. Madurita y tímida pasaba por las boticas haciendo su trabajo. Supongo que Ramón la vió en sus múltiples visitas a las distintas farmacias ya que somos un sector al que frecuenta. Cuando le asignaron más zona, María dejó de venir a las boticas y hacía las gestiones por teléfono. Ya rara vez se presentaba por aquí, mantenía el contacto con todos pero no le daba tiepo a visitar todos los pueblos de su zona.
Entonces Ramón empezó a preguntar.- Y María ¿ No viene ahora?- cuando le decía que hacía tiempo que no la veía pero que hablabacon ella por teléfono siempre me encargaba recuerdos de su parte. Meses se tiró viniendo casi a diario y preguntando lo mismo, llevándose siempre igual respuesta. Nunca iba más allá, ni un comentario personal, ni una sola palabra más sobre ella, pero se veía el tipo de interés que le rondaba. Tras haber oido mi respuesta, charlaba un  poco de cualquier cosa y se iba alegando cualquier tarea, despidiéndose hasta mañana.
No sé por qué un día se dió cuenta que ya nunca la veíamos y él disminuyó la frecuencia de sus visitas. Cambió un poco la pregunta.- ¿ Hace mucho que no hablas con María?- le digo que casi todas las semanas, pero que ya no puede venir. Él agacha la cabeza, y me pide que le mande recuerdos de su parte.
Ya casi nunca viene por la botica. No sé donde pasará ahora las mañanas, sigue yendo al casino para ver el futbol o los toros y sigue contando sus historias cuando se lo piden. Se diría que sigue pareciendo que se le ve feliz. Pero cuando por las tardes, despues de cerrar me lo cruzo camino de su casa,  invariablemente cada vez, me pregunta si hablo mucho con María y me pide que le dé recuerdos de su parte. Y su mirada baja denota tristeza.

martes, 1 de junio de 2010

Se acabó la feria.

Dice el refrán que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Por fin acabó el slalom lúdico-laboral de esta semana. De martes a martes no he tenido una noche normal de dormir en mi cama y a su hora. Entre la feria y las guardias todo ha sido un disloque. Claro que la percepción no es la misma en las noches de guardia que en los trasnoches feriantes: ambos cansan pero no es lo mismo. De todos modos, ya necesitaba un poco de normalidad; el cuerpo acaba por añorar la paz de lo cotidiano, por muy divertida que sea la alternativa. Tengo además problemas con internet en el ordena de la botica, por lo que no puedo actualizar en él. Como es en el que suelo hacerlo, la periodicidad de las entradas se va espaciando. Tengo escritos en mi cuaderno de apuntes un montón de ideas y trozos para publicar, pero cuando tengo tiempo no tengo internet, cuando hay internet no tengo tiempo y cuando tengo de ambos me faltan las ganas. En definitiva me he tirado al palo. Ahora ya trataré de volver a las viejas costumbres, tiraré de mis notas y espero sacar un texto casi todos los días. Para los próximos tres o cuatro ya está casi todo el trabajo hecho. Hago propósito de la enmienda, o amenazó con ser más pesado, miradlo como queráis. Pero, igual que MacArthur, os aseguro que volveré.

jueves, 27 de mayo de 2010

Marnie, la ladrona

Marnie, cuando se cruza conmigo por la calle no me saluda. Es más, me vuelve la cara y mira para otro lado, pero su actitud no es de vergüenza, me mira con desprecio.
Fue una chica que tuvimos de empleada de hogar hace bastantes años, cuando era poco más que una chiquilla. Pero entonces aun no le llamábamos Marnie.
Era ya por aquel entonces más llamativa que guapa, rubia  (de bote), con curvas y pechos potentes ( lo que, luego se verá, tendrá su importancia). En definitiva, tenía buen porte y buena facha.
Aquella fue una época en que tuvimos muchachas muy monas pero que nos duraban muy poco. Hubo de todo, pero muchas se fueron porque se casaban o se quedaban embarazadas ( Procu en las entrevistas a las que iban a entrar se lo comentaba). Alguna hubo que llevaba años "buscando" sin conseguirlo y que se quedó a los pocos meses de trabajar en casa. Os juro que o tuve nada que ver, pero alguna que otra broma tuve que aguantar a costa de ese asunto. Menos mal que las escogía Procu, yo en eso, no tenía nada que ver.
Sin embargo en este caso no fue nada de eso. Un buen día dijo que dejaba el trabajo en casa, creo que porque le había salido algo mejor, se le pagó la liquidación y tan amigos.
A mi mujer siempre le ha gustado vestir bien. En la medida de sus posibilidades procura tener ropa buena apropiada para cualquier situación. Como es cuidadosa y todo le dura mucho, tiene un fondo de armario que es un armario sin fondo. Tenía una prenda, una especie de chaleco, para ir muy arreglada (fin de año, noches de feria, etc) que era una preciosidad. Le había costado un pico, pero no había podido resistirse, la verdad es que era precioso. No lo usaba mucho porque no tenemos muchos "eventos" de ese nivel, pero tras cada postura el chalequito se lavaba y planchaba con gran cuidado para dejarlo preparado para la próxima ocasión. Normalmente cuando pensaba en él para una fiesta, mandaba sacarlo a la muchacha de turno.
Poco después de irse Marnie de casa, nos surgió una fiesta y ella pensó en el chaleco, por lo que le dijo a la nueva muchacha que lo buscara. Se lo describió y le dejó el encargo. De vuelta a casa la chica le dijo que había mirado por donde le indicó y que allí no estaba. Procu estuvo toda la tarde buscándolo. No se dejó  un ropero, una  cómoda, un cajón, pero el chaleco no aparecía por ningún sitio. En casa no estaba. Recordó que cuando Marnie ( que ya era Marnie pero aun no la llamábamos así) lo vio, se enamoró al instante de él, e incluso le preguntó si se lo dejaría si tuviera alguna fiesta grande. Ella, procurando ser amable pero firme, le dijo que nones. 
Al caer en esto, inmediatamente sospechó donde estaba el chaleco. Dándolo por perdido, pero no queriendo resignarse, ideó un truco a la desesperada a ver si había suerte. La llamó pidiéndole que viniera a ayudar a la nueva a buscarlo porque no lo encontraba y como ella había sido la última en guardarlo, a lo mejor tenía una idea de donde podía estar. Tras disimular primero no recordarlo, dijo que ese día no podía, pero que mañana por la tarde iría y que seguro lo encontraban, no recordaba exactamente donde lo había puesto pero seguro que estaba por uno de los cajones.
Al día siguiente se presentó en casa. Procu se subía por las paredes, pero disimuló cuanto pudo y les dijo que las dejaba, que tenía mucho trabajo en el despacho. Puso su mejor sonrisa, supongo que cruzó los dedos, y se fue. Marnie llevaba una bolsa que no soltó en ningún momento. Le dijo a la otra chica que buscara en una cómoda de un cuarto y, cuando acabó, que viniera a ayudarle al dormitorio y buscara en la cómoda que le quedaba a ella sin mirar. Nada más abrir el segundo cajón allí estaba el dichoso chaleco. Marnie le dijo  de buen rollo a la otra que que despistada, que como no lo había visto antes y luego se fue.
Al rato llegó mi mujer a ver que había pasado. La chica le contó como había ido todo y que el chaleco venía recien lavado, deformado por el pecho y oliendo a un perfume horrible que ella no había visto que mi mujer  usase, por lo que lo había puesto para lavar a ver si se le iba el olor.

Cuando se probó el chaleco le iba a dar algo; las dos o tres tallas más de pecho de Marnie lo habían deformado y olía que echaba para atrás. No se pudo contener, la llamó de segundas y le dijo de todo. La otra no decía ni mú. Para terminar le dijo que quería all, al día siguiente, todo lo que se había llevado de casa o le mandaba a la Policía. No sabía si faltaba algo más pero sospechaba que quien coge eso, coge más cosas.
Al día siguiente mi mujer se levantó más tarde de lo habitual porque no tenía que ir al Juzgado hasta última hora, por lo que apuró un poco más en la cama y se estaba arreglando más relajadamente.
En aquella época la puerta de arriba de casa estaba siempre abierta, cosa que solo los conocidos sabían. A una hora en la que Procu ya solía haberse ido, oyó la voz de Marnie llamando a la otra chica. Ella estaba en el cuarto de baño y sabía que la chica estaba en la azotea, por lo que no podía oirla. Marnie, sin que se le contestara entró. Procu se quedó, sin hacer ruido, en el cuarto de baño que está junto al vestidor y la oyó entrar en éste. La sorpresa que se llevó Marnie cuando estaba con un cajón abierto del ropero de Procu y la oyó hablándole por detras fue de infarto:
- ¿ A traer lo que me has robado o a llevarte más? ¿ Cómo tienes la poca vergüenza de abrir mis cajones?
A partir de aquí le dijo todo lo que quiso y más. Ella aguantó el chaparrón con la cabeza baja y quizá alguna lagrimilla. Había traido varios pares de medias y unas bragas. Cuando se fue, Procu las tiró. No eran medias de seda ni nada especial, era absurdo robarlas.
Como cambiábamos tanto de muchachas a veces olvidaba los nombres. Poco después me la crucé por la calle y cambió de acera roja como un tomate, Cuando llegué a casa le dije a  Procu - " me he cruzado con Marnie, la ladrona" -, nos hizo gracia y Marnie se le quedó.
Hoy, pasados los años, creo que está casada y con una niña pequeña. Tiene la mala suerte de necesitar algo para la chiquilla cada vez que estoy de guardia. Y digo mala suerte porque, o bien necesita un medicamento para la chica cada seis días y coincide con mis guardias, o lo que sería peor, ésta necesita tantas veces medicinas que no es solo en mis guardias, sino algo continuo. Espero que no sea esto último.
Cuando viene a la botica tiene que hablarme, pero dice lo estrictamente necesario, paga su cuenta sin mirarme en ningún momento a los ojos, y se va.
Pero luego, por la calle ya os digo, ni me mira. Supongo que se le hace difícil porque le recuerdo un episodio de su vida del que se avergüenza. Si es que tiene vergüenza..... y memoria.

lunes, 24 de mayo de 2010

La Babosiada (una reflexión desde el otro lado).

A todos los habitantes de la zona; Ahora que hibernamos es momento de oir las historias de aquellos que, por vicisitudes de la vida, han tenido acceso a conocimientos que ni siquiera podeís imaginar. Escuchad a la babosa que sobrevivió a un encuentro con un humano.
Una anciana babosa se adelantó un poco y elevó la voz para ser oido por cuantos estaban enterrados en las proximidades: 
" Ahora ya soy anciano, tengo más edad de la que sé contar, pero lo recuerdo como si acabara de suceder. Era entonces joven y fuerte, no temía a nada ni a nadie, había eludido todo encuentro peligroso con los pájaros y osé adentrarme en las montañas donde habitan los Humanos. Estan llenas de cuevas inmensas que se comunican unas con otras, todas diferentes. Cada una la usan para cosas distintas. En las cuevas de los hombres no llueve nunca salvo en una, que lo hace cuando ellos quieren, En ella me encontraba cuando el humano entró; primero oí sus pasos acercarse retumbando, porque ellos no intentan pasar desapercibidos. Al entrar sé que me vio, adoptó una extraña postura apoyando toda la parte trasera de su cuerpo en una especie de piedra blanca que encajaba perfectamente con dicha posición. Me miraba fijamente y se quedó inmóvil. Yo seguí mi camino como si no lo hubiese visto o me fuera indiferente su presencia. Estaba en sus manos, podía hacer conmigo cuanto quisiera, por lo que no tenía sentido cambiar mi actitud.
Salió de la cueva y volvió al rato con algo parecido a un suelo portátil, era algo plano, fino y flexible que se adaptaba perfectamente al suelo de la cueva. Era de un color naranja, brillante y llamativo, totalmente distinto del blanco del resto del suelo y lo colocó algo por delante de mi, en la zona que mi trayectoria marcaba. El humano no debía ser muy listo si esperaba que yo no notase la diferencia. Pero era inútil intentar esquivarlo, si quería él podía capturarme o matarme al instante por lo que seguí mi camino como si no hubiese notado nada.
Cuando estaba en el suelo movible, él volvió a cogerlo y lo elevó por los aires. Me llevó a increíble velocidad por incontables cuevas, inmensas y diferentes. Yo disfrutaba con el vuelo, me sentía como uno de esos pájaros que matan a tantos de los nuestros. Iba tan rápido que apenas distinguía los detalles, levantaba la cabeza para ver lo más posible.Solo las cuevas de un humano son mucho mayores de lo que creía que era el mundo.Al fin llegamos a una llena de enormes artilugios en uno de los cuales había un extraño fuego sin llamas. Cogió  un artefacto transparente de forma aproximadamente cilíndrica y de gran tamaño como seis o siete veces nuestra medida y me introdujo en él. Sus paredes eran deslizantes y por todas partes, pero sobre todo al final, estaba lleno de un alimento suave y rojo que nunca había visto. De sabor y color parecido al tomate, estaba delicioso, era muy nutritivo y fácil de digerir. Un alimento de Dioses. Me llevó volando y, tras un brusco descenso, se hizo de pronto de noche. Los humanos tambien modifican a voluntad los ciclos de luz, tienen noche o día a su antojo. Me hallaba ahora en otra cueva mucho menor, de paredes lisas y negras junto con muchas otras cosas. Al poco algo cayó encima de mi nave y ya apenas pude ver nada. No sé cuanto tiempo pasó, me había dormido cuando sentí que la cueva salía volando, estaba a oscuras y sentí  que caía con gran ruido en otro sitio. Más tarde sentí como una mezcla de terremoto y truenos  que zarandeaba la cueva negra, conmigo dentro, a velocidades de vértigo, mucho mayores que las del humano. Creí que iba a morir, todo se movía. El terremoto duro horas, el único que no he presentido en mi vida, tan largo y sin ninguno de los fenómenos que nos los anuncian. Puede que los Hombres, igual que la lluvia, el fuego o la luz, tambien puedan dominar los terremotos. Parece increible, pero no encuentro otra explicación. Pensareis que este viejo se ha vuelto loco, pero os cuento la verdad aunque no podáis creerlo.
Al final mi nave se rompió, aunque mucho antes yo ya había perdido el sentido. Me desperté y estaba dentro de la destrozada nave, con el alimento divino desparramándose al exterior. Comí algo y salí a ver donde estaba. Había incontables cuevas negras destrozadas iguales a la que me trajo  hasta aquí.Vi montañas enormes de comida , la mayor cantidad que he visto en mi vida ,descomponiéndose al sol. Hacía muchísimo calor .Tenía que salir de allí o moriría en breve. Por suerte al rato pude escapar de aquel infierno de maravillosos alimentos y calor insoportable y llegué sin mirar atras hasta esta zona, totalmente diferente del sitio donde me crié. Aquí me acogisteis y aquí vivo.
El mundo es mucho más grande de lo que podéis imaginar. Yo, que he recorrido por la acción humana lo que sería imposible aun viviendo mil vidas, pienso que todo eso es solo una mínima parte del mismo. No puedo demostrarlo, nada apoya ese pensamiento; salvo que nunca nadie ha visto el final, pero estoy totalmente convencido.
Nuestra especie odia a los Humanos porque envenenan nuestros territorios y nos masacran. Al menos eso dicen las leyendas y los pocos supervivientes que nos han contado sus padecimientos en aquellas zonas aniquiladas. Yo tuve más suerte; mi encuentro con el Hombre fue diferente. Me trató con cuidado, me dió de comer y  me proporcionó un artefacto con el que pude hacer el mayor viaje que ninguna babosa, que yo sepa, haya hecho jamás."

Como veréis, todo encuentro tiene dos versiones, y no siempre son coincidentes. En ellas normalmente el torpe siempre es el otro. No solo va a haber epopeyas entre  los humanos. Tambien los animales pueden tener sus héroes.

T.

Este fin de semana comenzó con el peor de los principios. A los veinte años ha muerto la hija de un amigo íntimo. Sabíamos de la gravedad y que el final estaba cercano. A pesar de ello cuando llega el momento, te golpea con toda su fuerza y siempre te coge de improviso. Aun sabiendo que era cuestión de días te sorprende y desconcierta. ¿Por qué?. Era un ser alegre; divertida y vital,  no sé si más hermosa por dentro o por fuera. Recuerdo su imagen de hace algunos años, siendo una niña (aún lo era) delgada y alegre, en la playa divirtiéndose con sus amigos, siempre con una preciosa sonrisa en la boca. Era la alegría de la calle. Los Morancos ya no serán lo mismo.
La vimos despues, ya hinchada por los tratamientos pero seguía estando guapísima y alegre. Era ella la que nos animaba a todos. Organizó la fiesta de cumpleaños para su hermana, y disfrazó a toda la familia, aquel día estaba exultante: disfrutó con ver a todos vestidos con los trajes más variopintos. Preparó trajes hasta para la homenajeada pues la fiesta era sorpresa e implicó a toda la calle para adornarla. Su hermana se quedó de piedra, tardó en reaccionar porque aquello era increible... y ya estaba bastante mal. Luego empeoró y hubo que ingresarla. Seguía en contacto con la gente por  las redes sociales. 
Cuando la villa se inundó, envió un mensaje a  Colorao por facebook preguntando como estábamos. El tono era alegre o mejor animoso, porque sabía que no nos había pasado nada, pero al ver en la tele la villa pensó en nosotros. Mi hijo, sabedor de lo mal que estaba, no sabía en que términos contestarle. Le dije que si su tono era alegre que lo hiciese en ese mismo, que no había que añadirle penas (bastantes tenía con las que estaba pasando). Siempre fue cariñosa con todo el mundo y no dejó de serlo ni en el último instante.
Se que ha sufrido, que lo ha llevado con un valor y una madurez impropia de su edad, que era la más fuerte, todos echos polvo y ella dando ánimos. Deja un vacío imposible de llenar. 
No pongo nombres porque en el blog nunca lo hago  (o son falsos), pero los que la conocíais sabeis quien era. A los demás puedo aseguraros que se nos ha ido un ser excepcional, alguien que merecía y mucho la pena. Alguien con una alegría de vivir que contagiaba, y que no merecía ese final. A sus padres, hermanas y familia que deciros que no sepais ya: nada puede suplir su falta, pero la vida sigue y hay en la casa pequeños en los que volcarse para no morirse de la angustia. Y a ti, la alegría de cuantos te tenían a su lado, donde quiera que estés, un beso. Sigue siendo allí igual de maravillosa que fuiste aquí en el poco tiempo que pudimos disfrutarte. Si puedes, envíales a tus padres esa sonrisa tuya que les alegre siquiera un momento, no compensará tu falta, pero la necesitan para poder seguir adelante.

sábado, 22 de mayo de 2010

La babosa.

Esta mañana cuando entré en el cuarto de baño para ducharme,  por todo el centro del mismo marchaba lenta y majestuosamente una babosa. Si, eso que parece un caracol divorciado al que el juez le ha quitado la casa. Era de color parduzco, entre marrón y gris oscuro, y en medio de mis losetas inmaculadamente blancas de 40X40 cantaba más que Plácido Domingo.
 Me senté sobre la tapa del váter y me puse a mirarla. Lo primero que pensé es que no era muy espabilada en el arte del camuflaje, y que no creía que confiase en su velocidad para eludir los peligros, pues tardó unos diez minutos en atravesar los cuarenta centímetros de la loseta en que se encontraba cuando llegué. Despues se me vino a la cabeza que si la ve la Procu le da algo, así que había que hacerla desparecer. Lo malo es que me cuesta liquidar bichitos indefensos (excepto moscas y mosquitos) y este no parecía muy agresivo. Las alternativas que barajaba ninguna me satisfacía totalmente: tirarla por el balcón era un poco fuerte, dejarla en el patio o por  fuera de los balcones como hago con las lagartijas era aplazar el problema, no solucionarlo y si la soltaba en la calle no duraba ni un segundo víctima de coches o de pájaros. Convencido trás estos pensamiento que la condena era a muerte, pero apiadándome de ella he resuelto que no seré quien la mate, pero de aquí se va.
He cogido una carpeta de plástico y la he puesto en el suelo  justo en su camino para que se subiera a ella. Como era naranja fosforescente en medio de un suelo blanco cantaba tanto como la babosa, lo que me ha confirmado que el animalito o es medio tonto o de un confiado que te lo flipas. No sé como ha podido llegar a ese tamaño (mide sus buenos cinco centímetros) y edad tomando tan poquísimas precauciones. Cuando ya estaba totalmente dentro de la carpeta, lo que ha tardado un buen rato (incluso para ganar tiempo mientras me he preparado mi té del desayuno), levanté la carpeta y me la llevé a la cocina. Por el camino empezó a levantar la cabeza como oliéndose que algo no iba bien. Si hay leyendas en el mundo de las babosas, a ésta le parecería que iba en una alfombra voladora. Lo malo es que no era ella quien la controlaba. En la cocina como no estaba dispuesto a matarla, aunque no me importa que se muera, he encontrado la solución, la he metido en un bote de cristal de tomate frito que estaba para tirar a la basura y aún tenía un buen culillo. No sé si a las babosas les gusta el tomate frito, pero los caracoles con tomate están buenos así que a lo mejor hasta se cree que la he puesto en un vergel con grandes cantidades de alimento a su disposición. He cerrado el bote y a la basura.
No se cuanto vive una babosa, ni cuanta comida y aire necesita a día, pero espero que le cunda y dure bastante, desde luego con su descuido me parece que poco más iba a durar, por lo que espero con esto, haberle alargado la vida y hacérsela más placentera.... Y sobre todo espero que le guste el tomate frito.

martes, 18 de mayo de 2010

Los dioses de las pequeñas cosas

A menudo me pasa lo contrario que al caballo del picador: haciendo cualquier actividad, fijo mi atención en la periferia de las cosas. Adquieren entonces importancia personajes secundarios del evento, materias que solo componían parte del armazón y no el sustrato del asunto.
Ayer terminé de leer una novela con bastante carga de realidad histórica sobre los últimos años de la vida de Escipión "el Africano" y también, aunque de forma más somera, de los de Aníbal.Cada personaje que aparece le reza a sus propios dioses: algunos solo a uno, otros a varios y alguno reza incluso a dioses que no son los suyos.
Y me doy cuenta de que acostumbrados a un mundo básicamente monoteísta, no pensamos en que, en un tiempo  pasado, la mayoria de las culturas eran politeístas. La cultura de la que hoy nos vanagloriamos procede precisamente de algunas de ellas. Las Grecia y Roma de las que hemos tomado los conceptos  fundamentales para  el Derecho, la Ciencia, la Filosofía, la Literatura y casi todos los aspectos de nuestra cultura eran politeístas. La religión es casi el único matiz en la cultura que no hemos tomado de los griegos, y que afectó a los romanos solo al final de su apogeo y más próximo a su caída como tal imperio.
¿ Como se impone esa religión de un solo Dios en un mundo politeísta? Esa religión que procede además de un pueblo sin importancia, los judíos, y que aparece como minoritaria y minúscula en Roma, pero que poco a poco se va extendiendo hasta convertirse en un problema primero y posteriormente en la religión oficial.
En materia de creencias en  religión se puede ser de todo: Si, no y ni si ni no.Solo en las votaciones se permiten más posibilidades. Claro que si tenemos en cuenta la cantidad de tipos de religiones entonces la variedad es casi infinita. Así se puede no creer en Dios en absoluto, no saber si se cree o no, o mejor no saber si existe Dios o no, creer en un Dios Todopoderoso o creer en muchos Dioses.
La gran ventaja de una Religión politeísta es que hay un Dios para cada cosa. Así no hay que estar importunando siempre al mismo para las diferentes cuestiones. Suelen ser además  mucho más condescendientes con otras Religiones y otros Dioses; si crees que hay cien dioses es más fácil admitir que haya cientouno. Lo que no entienden es que se tenga a un solo Dios; no ven claro ni sus posiilidades ni su utilidad. Sus dioses no lo pueden todo, su gobierno está compartimentado para que no haya o se de menos el "abuso divino". Sus dioses son más humanos, con sus defectos y pasiones, sus luchas por el poder. A veces  nos amargan,  pero sus disputas limitan sus poderes y dan algo de libertad a los pobres humanos.
Otra maravillosa ventaja del politeismo es que hay dioses de todo tipo: Importantes de gran fuerza, otros colaboradores de los más poderosos y tambien pequeños y divertidos que rigen facetas menores en la vida de los humanos. Existen en algunas religiones dioses para las pequeñas cosas,  como un dios de los atardeceres hermosos (¿habrá algo más bonito a lo que pueda dedicarse un dios?).
Nosotros los monoteístas, recurrimos a los santos para que actuen de mediadores como sustitutos de esos dioses menores. Así cada uno se ha especializado en un sector:  San Antonio para novios, San Pancracio para el trabajo, San Cristóbal para los conductores, etc.
Yo, que me debato entre el si y el psché en materia religiosa y que por educación soy monoteísta, no dejo de sentir cierto encanto por esas grandiosas y olvidadas religiones politeístas, y no puedo dejar de  creer que sería maravilloso tener un dios que se dedicara a hacer hermosos atardeceres.

sábado, 15 de mayo de 2010

Cachivaches del soberao: el día más surrealista

Mi hermano mayor goza (o gozaba) del dudoso honor de tener una curva con su nombre. Pero no una curva en un circuito como los grandes campeones de motos y coches no, sino en la carretera de A. a M. La razón de esa tan poco frecuente circunstancia se debe a que en la susodicha curva se había salido cuatro o cinco veces. Si; por extraño que parezca, en un trayecto de poco más de tres Km., que hacía más de una vez al día durante las vacaciones, mi hermano, se había salido, volcado, reventado rueda y no se cuantos percances más siempre en el mismo sitio. No sé si algunas de esas veces era de madrugada, después de una juerga hasta las tantonas y con alguna copita de más, pero el día que volcó conmigo dentro eran las diez de la mañana y no había bebido nada. Fue el día más surrealista de los muchos que he tenido en mi vida.
Era el día de la boda de mi hermana C., y todos estábamos algo nerviosos. Había que recoger del campo a M., mi hermano menor que yo, y fuimos P.(mi hermano mayor), R. mi hermana más pequeña y yo. Ibamos ya arreglados y un poco tarde. Al llegar a la fatídica curva volcamos, solo me dió tiempo a girarme hacía atras (iba en el asiento del copiloto) para intentar agarrar a la pequeña. Solo tengo el recuerdo del asfalto por la ventanilla desplazandose al lado de mi cara. Afortunadamente no nos pasó nada a ninguno, salvo el susto y pequeños golpes que solo horas después dieron la cara. Pero el coche no lo pudimos levantar y estaba totalmente echo polvo. Dejamos el coche volcado junto a la carretera y nos fuimos andando hasta el chalé para recoger a M. ya que estabamos muy cerca. Como no teníamos otro coche nos volvimos al pueblo los cuatro muy arreglados haciendo auto-stop. Como aquella carretera tiene poco tráfico y casi todo de tractores para las fincas de la zona, nos paró uno que nos dejó junto a la Iglesia.
Mi hermana y su entonces novio, ateos totales, eran militantes en la clandestinidad del PC (entonces ilegal), y se casaban por la Iglesia para no dar un disgusto a mis muy católicos padres. La familia de mi madre era muy distinguida en el pueblo y mi padre muy querido por sus buenas obras, por lo que todo el  mundo acudió para ver la boda. Lo que los novios no consintieron fue en casarse con la vestimenta típica de dicho evento, por lo que mi hermana llevaba un vestido un poco por encima de la rodilla,de color clarito pero no blanco y con tirantas, mi entonces futuro cuñado una camisa de popelin blanca con cuadritos celestes y un pantalón beige. Ambos entraron juntos en la iglesia mientras la gente flipaba, eso no se había visto nunca en el pueblo. Todos los hermanos del novio y la novia, amén de los invitados (la familia estricta), iban bastante más arreglados que los contayentes. Ella consintió en llevar un ramo pero lo hizo con las rosas del rosal del chalé y las cogió un rato antes de la boda.
Y en estas aparecemos los cuatro hermanos de la novia tarde, montados en un tractor, con una cara de susto y los pelos de punta. Mis padres los pobres ya se habían preparado para lo que viniese pero aquello los estaba superando. Ni en sus peores sueños podían imaginar esa boda para su hija. Tras la ceremonia nos fuimos al casino del pueblo a tomarnos una copa con los amigos más íntimos. Allí nos encontramos con el cirujano que me había operado de apendicitis unos meses antes, que era del pueblo y compañero en el hospital de mi hermana. Charlando de cosas del trabajo dijo con la mayor naturalidad del mundo que durante mi intervención yo tuve una parada cardiorespiratoria que por poco no me deja listo. Eso era algo que mi hermana nos había ocultado porque mi madre ya padecía del corazón y temieron que la noticia le perjudicara. Como podéis imaginar al conocerla de sopetón y un día de tan intensas emociones por poco le da un infarto. Así que ese día tuve mi primer accidente, me enteré de que casi palmo en mi operación y a mi madre casi le da un infarto. Bueno.... y se casó mi hermana.
La verdad cuanto más se distancia del tiempo en que lo fue/será, más increible nos parece. Hoy esa boda sería casi conservadora, pero en aquel momento, aquello dió que hablar en el pueblo,todos estaban allí para verlo porque no podían creerlo.Las mujeres mayores se persignaban al verlo ¡Por Dios, y en esa familia tan cristiana! Recuerdo ese comentario entre dos viejecitas, supongo que habría muchos de los de "no sé adonde vamos a parar". Hoy día la parada está mucho más allá de lo que esas señoras podían imaginarse.
Lo más curioso del caso es que el recuerdo que tengo de ese día es....  que me lo pasé bien.

viernes, 14 de mayo de 2010

Los primeros visos de recuperación.

Como sabéis cuantos pasáis por estas páginas, procedo del mundo científico. En él esperaba encontrar siempre el método y la explicación para dar sentido a las cosas. Con la edad se me han vuelto más flexibles las ideas y ya no soy tan ortodoxo como antes. Me ocurre como al maduro jefe del CSI de Matarrubillas del Monte, que después de recibir todos los informes de ADN y periciales microscópicas de la escena del crimen, halló al muerto viendo donde se posaban los buitres.
 Con la economía me pasa lo mismo. Dejo las labores de análisis y conclusiones a los sesudos economistas que trataran de explicar por qué pasó lo que pasó o por qué no pasó lo que decían que iba a pasar. Tambien les dejo la ingrata tarea de vaticinar sobre el futuro y la forma de incidir en éste para que todo nos vaya mejor. Doctores tiene la Iglesia, o lo que viene a ser lo mismo, la economía, por lo que no seré yo quien asuma ese papel. Pero eso no quita para que tenga mi propia opinión y expectativa de las cosas, apoyándome en el sentido común y en la experiencia. Ayer me convencí que la recuperación puede estar empezando. Y no por los ajustes de Zapatero: la congelación de pensiones, la bajada del sueldo de funcionarios y otras medidas que dijo se han de tomar para poder salir adelante, no; eso no sé si será la panacea o el chocolate del loro. No, como el maravilloso poli  de antes, yo también busco los buitres. Ayer por primera vez, tras mucho tiempo sin aparecer por la tele, volví a ver el famoso y antaño mil veces repetido cada día anuncio de " Marina D´or, ciudad de vacaciones". 
Si los buitres financieros empiezan a sobrevolar nuestras cuentas, es que creen que en ellas  hay "chicha" para zampársela. Y eso solo puede significar que podemos estar empezando a ver la luz al final del tunel. 

jueves, 13 de mayo de 2010

espero que no me hayais echado de menos.

A los que, aún no se por qué, os obstinais en seguir pasando por estas páginas que hace tiempo no dicen nada, gracias. Hace unos días decidí dejar pasar más tiempo que nunca sin escribir ni pasar siquiera por el blog, ahora que estoy de guardia lo he abierto y veo que, a pesar de los días sin escribir, aun hay gente que a diario se asoma por aquí a ver si hay algo nuevo.
Casi a diario el blog de alguien muy cercano y querido se empeña en recordarme que somos  dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Sin embargo, muchos de nosotros cada día o con cierta periodicidad, lanzamos al mundo nuestras ideas en estos papeles virtuales que exponemos a quien los quiera leer. ¿qué nos impulsa a hacerlo?. Hay quien lo usa como terapia o descarga, quien quiere que la gente sepa lo que piensa. Creo que hay tantos motivos como blogs. Yo empecé como una forma de ejercitar la escritura que se me estaba anquilosando de no practicarla. Por eso, a diario me ponía hasta que pergeñaba un texto con cierta coherencia y aquí lo colgaba a la vista de todos. En las conversaciones normalmente callo y escucho a los demás bastante más que lo que me hago oir, pero en el blog tenía un ritmo frenético. Y me pregunto si tiene sentido. Pienso que lanzamos ideas por pura vanidad, porque pensamos que somos originales y que podemos aportar algo a los demás. Presunción pura y dura. Puede que incluso no queramos reconocerlo pero es puro ego. Incluso sin que notemos realmente que es así. Es lo que tiene la vanidad, cuando entra en nuestra casa (y pocos tiene la puerta cerrada para tan halagante visita) nos engaña, nos adula y nos hace creer que lo que no es mas que presunción nos parezca originalidad y justicia. 
Aun así, y reconociendo que escribimos buscando el reconocimiento ajeno, es agradable comprobar que algunos continuais pasando por aqui por si este pesado ha escrito algo. La vanidad es un defecto pero no hay quien se libre de ella.              

martes, 4 de mayo de 2010

La parábola del diabético.

¡Qué difícil se nos hace ponernos en la piel del otro!. Con frecuencia creemos haber considerado todos los aspectos de una cuestión cuando solo hemos mirado los que se ven desde este lado de las cosas, pero enfrente hay otros puntos de vista que nosotros ni siquiera intuimos. Ando aún a vueltas con el tema del velo, aunque mas bien por la vertiente de las imposiciones religiosas. He tratado de este tema en mis últimas entradas así como con gente de mi entorno. Aquellos que son agnósticos o no creyentes no dan gran importancia  a la obsesión por que los hijos mantengan la fe e los padres. Yo, aún no siendo muy creyente discrepo.
Los Cuentos, la Magia y la Religión comparten muchos factores comunes; tienen un gran componente de ilusión, una sobrenaturalidad, una parafernalia.... Tambien comparten la preponderancia de las formas, una cierta ritualidad, Un esquema fijo e inmutable para cada una de ellas. El "Erase una vez...", el "abracadabra" o " en quel tiempo dijo Jesús a sus discípulos", son encabezamientos o componentes fundamentales que ya nos predisponen a lo sobrenatural, a lo imaginativo.
Quien cree firmemente en Dios, sea cual sea éste, solo puede querer que su hijo tambien crea, pues en ello le va la salvación, y para él no hay nada más importante que su hijo se salve. Yo no soy así, pero entiendo esta postura perfectamente y la veo lógica. Desde su punto de vista, y hay que ponerse en la piel del otro para juzgarlo, todas aquellas presiones que pueda ejercer para que su hijo se mantenga en su fe se dan por bien empleadas si consiguen su objetivo, si se convierte en un buen creyente y, por tanto, segun su creencia consigue salvarse. 
"Había una vez un matrimonio que tuvo un hijo lo que los hizo plenamente felices. Era la razón de sus vidas. Lo amaban más que a si mismos. En una revisión rutinaria le detectaron un tipo de diabetes infantil bastante peligrosa; debían cuidar de forma muy precisa sus niveles de azúcar, pues tan grave era el exceso como el defecto y las consecuencias podían ser muy graves, tal vez incluso mortales. Esos padres aprendieron cuanto se podía saber sobre ese mal y estudiaron con detenimiento el plan de comda que debía llevar el niño para evitarle problemas. La dieta debía ser estricta porque el margen en el que los niveles de glucosa en sangre podían moverse era muy estrecho. Hicieron cuanto pudieron para hacerle variada y agradable una dieta que por ser tan estricta no era lo más apetecible para un niño. A media que éste crecía los problemas aumentaban; no lo dejaban ir a los cumpleaños de sus amiguitos pues no podía tomar las cosas que allí se le iban a ofrecer. Nunca le daban chucherías porque no las podía tomar. El niño que veía a sus amigos  tomar cosas que a él le negaban, y que le contaban  lo divertidos que eran los cumpleaños, en  su ignorancia culpaba a sus padres de no quererlo, de déspotas que no lo dejaban divertirse. No entendía porque eran tan duros con él, pensaba que era un castigo y no entendía por qué, él era bueno, pero aun así lo maltrataban negándole cuanto él deseaba. Empezó a odiarlos, pero aún así, por salvarlo, ellos siguieron con su forma de comportarse aunque veían que perdían su cariño. Ya no podían abrazarlo, apenas les dirigía la palabra y los odiaba por considerarlos maltratadores. Ellos callaban y lo sufrían, pero no dejaban de cuidar su dieta, de vigilar que no tomase nada que pudiera dañarlo. La vida del niño estaba por encima de su felicidad y su amor, por encima de su desprecio".
Cuando nos jugamos la vida, la libertad puede pasar a un segundo plano, y la dureza de la vida puede estar justificada por la consecución de un fin mayor. Un padre, aunque sea duro, hará lo que tenga que hacer para salvar la vida de su hijo, aunque eso le cueste su cariño.
Si eso es así para la vida terrenal, que al fin y al cabo siempre tiene un final, que no hará un padre que crea en la vida eterna para conseguir que su hijo la alcance. Por eso miro con respeto y comprensión las presiones y limitaciones que los padres creyentes imponen a sus hijos para que éstos mantengan su fe. No las comparto ni las practico, pero las entiendo. Para ello solo tengo que pensar en el niño diabético  y en lo que yo llegaría a hacer, aunque me pesara a mi y a él, para que sobreviviera.

domingo, 2 de mayo de 2010

Sobre la misa y la libertad.

Como creo que dejé claro ayer, estoy en contra de la imposición del velo a las niñas. Desearía que en ellas el llevarlo o no fuese una cuestión puramente personal y elegida desde la libertad. Pero lo que realmente me preocupa es si la actitud de nuestra sociedad no tiene ciertas (grandes) dosis de hipocresía.
Hablemos claro; a mi de pequeño mis padres me obligaban a ir a misa los domingos hasta que tuve cierta edad que impuse mi criterio y se me respetó. Aún entonces  intentaba eludir ese tema con ellos pues era algo espinoso. En todas las religiones que conozco los padres creyentes obligan a sus hijos a las prácticas religiosas que estiman pertinentes o aquellas que se han preceptuado como obligatorias en dicha religión. Con ello persiguen un fin que creen importante: que sus hijos tengan su misma fe. Esto que constituye en nuestra sociedad una práctica habitual (al menos eso creo) no veo que se critique por ninguna parte, pero.... ponerle a una niña el velo es una violación de la libertad. Para mi la imposición del velo y la de ir a misa son exactamente lo mismo; una imposición parental por una cuestión cultural, pues la relgión es una señal de identidad cultural como la que más, que trata que los hijos perpetuen esa identidad. 
Por supuesto que creo que los padres que obligan a los niños a ir a misa lo hacen pensando que es lo mejor para ellos, faltaría más. Mis padres siempre pretendieron lo mejor para mí. Si estaban equivocados o no ya es otra cuestión. Tampoco eso puedo asegurarlo. Lo que me lleva a pensar lo mismo de los padres creyentes de otras religiones; supongo que sus imposiciones tienen el mismo buen propósito que las de los nuestros. Me parece una hipocresía total criticar una actitud y no la otra: o todos o ninguno, y eso no lo veo por ningún lado. Es dificil determinar hasta que punto esas imposiciones son aceptables: hasta que edad y hasta que nivel son admisibles. Pero lo que es indudable es  que se deben mirar con la misma perspectiva y criterio en todas las religiones. La nuestra en ese sentido, no creo que deba ser privilegiada. Por eso decía ayer que si queremos una sociedad laíca en las escuelas o en cualquier ámbito público, debemos evitar los símbolos de cualquiera de las religiones. Pero si queremos darnos una sociedad en libertad, debemos permitir que cada uno porte individualmente aquellos con los que se sienta identificado. La tolerancia debe ser el criterio a seguir, igual para todos y  con amplitud de miras.
Una última reflexión: si llevar cubierta la cabeza parece un signo de mala  educación, me hago una pregunta que ya insinué ayer. ¿ Se obligaría a una monja a quitarse el tocado? ¿ Se la expulsaría del centro si se negase a hacerlo? Y, lo que me parece más preocupante ¿ Sería la actitud de nuestra sociedad, y la nuestra propia,  igual que la que se ha producido por el velo de las niñas musulmanas?
No debemos excusarnos en que en otras culturas son mucho menos permisivos. Si queremos ser libres debemos permitir la libertad y no mirar a donde no dejan serlo.  Creo tener las respuestas a esas preguntas, y precisamente eso es lo que menos me gusta.

sábado, 1 de mayo de 2010

Sobre el velo y la libertad.

Llevo varios días sin escribir nada (mi hija acaba de recordármelo) porque me estaba pensando lo que quería decir (y como decirlo). Sabía que iba a hablar sobre el controvertido asunto del velo en los colegios madrileños que ha sido recientemente noticia algunos días en todos los telediarios. Y el motivo de tanto pensármelo es que, como tantas veces en mi vida, ante las cosas que pasan tengo el "corazón partío".
Parto de la base de mi desconocimiento sobre la cuestión de si es o no un símbolo religioso (desde el mismo colectivo musulmán he oido versiones contrarias). Tampoco sé si la cuestión de ponerse el velo es algo impuesto o un acto voluntario, ni creo que tenga importancia para valorar el hecho. Porque lo que a mi me preocupa no son los problemas de una Religión que no es la mía sino los de una sociedad que sí lo es.
Si lo que se pretende es hacer una escuela laica sin símbolos religiosos me parece bien que no haya ninguno en las aulas, pero no creo que deban prohibirse los personales, no concibo que impidan que nadie lleve una cruz en el cuello. Si es una cuestión de educación lo de no llevar cubierta la cabeza, tengo mis dudas si se haría destocar a una monja que acudiera a las clases. Si queremos dar la impresión de ser una sociedad tolerante no debíamos olvidar esto: Aquellas actitudes que no violenten claramente nuestros conceptos de educación deben ser permitidas. No es más educado quien mantiene a rajatabla sus opiniones sobre educación, sino quien es más permisivo  con las costumbres de otras comunidades. Aunque parezca de Perogrullo, con frecuencia se olvida que para pedir a los demás educación hay que ser educado, y eso incluye aquello que es educado para otras culturas.
Es difícil el tema: prohibir cubrirse la cabeza para evitar las gorras con las viseras hacia atrás en las aulas u otras etiquetas de bandas callejeras parece lo lógico, pero de eso al velo de las musulmanas o el de las monjas cristianas media un abismo. Las democracias deben presumir más de permisivas que de estrictas. Si algo debe guiarnos debe ser el principio de respetar la libertad, sobre todo de aquello que no afecta a los demás. Quizás sería mejor pecar de permisivo que de coartar las opciones personales de los ciudadanos.
La posición del consejo escolar del centro al que supuestamente iban a enviar a la niña cambiando las normas internas para excluirla me parece bochornosa. Si se duda de su libertad con respecto a la imposición familiar sobre su atuendo es otra cuestión. Debemos primero tratar que nuestra sociedad haga lo correcto y luego  proporcionar la libertad a la niña para vestirse como quiera y no como se le imponga ni  por su familia ni por nuestra sociedad. La posibilidad de facilitar la libertad de la niña dentro del ámbito doméstico se me antoja muy dificil de conseguir; no se me  ocurre como la sociedad puede actuar a ese nivel. Solo si ella quisiera libremente salir de ese entorno por considerarlo opresivo si podríamos facilitarle una vida lejos de ese ambiente en el que no se sintiera libre.
La base de una democracia es ser garantista con los derechos de las personas. En la justicia se dice que más vale un culpable en la calle que un inocente en la cárcel. Siguiendo esta filosofía es mejor permitir una actitud dudosa, que prohibir una que solo representase una posición de libertad sin hacer daño a nadie.
Mi posición, con dudas por la complejidad del tema, es que es mejor pasarse de permisivos que de estrictos. Debemos dejar a cada uno ser fiel a sus identidades culturales, con la máxima tolerancia posible, al tiempo que tratar de que nuestra libertad sirva de modelo para aquellos que proceden de otras culturas. Quisiera que pudieramos dar clases de tolerancia y libertad y que poco a poco esas clases fueran calando en los demás, para que las niñas musulmanas (o de cualquier otra comunidad distinta de la nuestra) pudieran elegir con libertad si ponerse o no el velo o lo que les apetezca. Así, ir asimilando en la nuestra a los miembros de otras culturas, porque ellos asimilen nuestra idea de vivir en libertad.

lunes, 26 de abril de 2010

Maravillosa primavera andaluza.

De mi casa al trabajo hay algo más de doscientos metros... no pretendo daros envidia, sino reflejar una realidad. En el trayecto, andando a paso normal, pueden emplearse un par de minutos o tres, aunque suelo  tardar algo más porque siempre me encuentro con alguien conocido y nos paramos a charlar. Entonces ya el tiempo es variable, desde un breve saludo o comentario de futbol (¡ Que malito está el Betis!), hasta enorme parrafada de media hora. 
En el camino hay quince naranjos, todos jóvenes aunque de diferentes tamaños y edades. En esta época el olor del azahar me acompaña durante prácticamente todo el trayecto. Incluso en los tramos que no se ven su presencia, se huele en el ambiente. Las calles aledañas, algunas de las cuales tambien poseen naranjos, aportan tambien su fragancia. Ni que decir tiene que el paseo de casa al trabajo, y no digamos el de vuelta, es una auténtica delicia. Lástima que dura tan poco, en unos días se cae y solo queda el aroma diferente y menor de su verdor y sus hojas; luego se cambia por el de cáscara de naranja, tambien agradable, pero no es comparable.
Esta bendita tierra nuestra tiene grandes problemas de trabajo, pobreza  y retraso con respecto de otras regiones de España y no digamos de la mayoría de las zonas de Europa. Pero en primavera, en un día de tibio sol que alegra pero no quema, con una temperatura ideal y oliendo a azahar, es lo más parecido que se me ocurre que pueda ser el paraiso.

jueves, 22 de abril de 2010

Cachivaches del soberao: el día que aprendí que los hombres se morían.

Ser niño es vivir en un mundo personal e intransferible que el tiempo modifica y va homogeneizando con el del resto de los hombres. En aquel mundo mío, existían la vida y la muerte pero no ran las dos caras de la misma moneda. Había personas muertas y vivas, pero la muerte era un carácter diferencial, no una transición. No conocí a mis abuelos por lo que ellos siempre pertenecieron a la categoria de muertos, como todos los que conocía eran del grupo vivos, pero no entendía  que todos los del grupo del más allá antes estuvieron aquí. Creía que mertos y vivos eran seres que habitaban mundos distintos desde siempre.
Un día ibamos por la vieja carretera  de Sevilla al Arahal cuando en las curvas de Gandul vimos un accidente. El coche, tras chocar con un árbol había caido por el terraplén. Había destrozado uno de aquellos antiguos mojones que en teoria estaban para impedir precisamente la caída. En la cuneta una raída manta blanca tapaba un cuerpo, pero podía distinguirse perfectamente la silueta humana. La Guardia Civil estaba controlando el paso y  nos mandó circular. Mi padre pasó rápido diciéndonos a los niños que no mirásemos. No podíamos apartar la mirada de aquel bulto, por el cristal trasero recuerdo como si lo estuviera viendo, las dos suelas de sus zapatos. Horas después en el pueblo supimos que era el alcalde el que había fallecido. Era muy amigo de mi padre, y algunos de sus hijos de la pandilla de mis hermanos. Yo lo veía con frecuencia porque salía en la reunión de matimonios de mis padres, e iba al campo siempre que teníamos algo que celebrar. 
Mis padres evitaban hablar del tema delante de nosotros los menores, pero mis dos hermanos mayores fueron a acompañar a sus amigos que se habían quedado sin padre. Recuerdo cuando ví a esos niños vestidos de negro y con la mirada triste, mi hermano me dijo que no verían más a su padre porque había muerto.
Entonces, por primera vez,  sabía de  alguien que que yo había conocido vivo y estaba muerto. Aprendí que los muertos se van y ya no vuelven, que pasaban de ser parte de nuestro mundo a parte de nuestros recuerdos, y entendí porque mi madre hablaba de la suya con las mismas cosas que ella me hacía a mi. Yo nunca le había preguntado, pero no entendía como hablaba de alguien muerto como cercano. Entonces empecé a entender que ni ellos ni yo estaríamos aquí para siempre. Aquel día descubrí que no somos inmortales.
Ahora que ellos no están yo los recuerdo como algo cercano. Pero entonces fue un impacto. Cayó la primera de las vendas  de las muchas que vinieron detrás sobre la realidad de la vida. El mundo tan personal y equivocado en el que vivía, empezaba a mostrarme su auténtica cara.

Todo lo que brilla es breve

Parece una ley universal. Atañe por igual a personas, fenómenos atmosféricos, naturales e incluso a las estrellas. Cuando algo o alguien destaca mucho sobre sus iguales, su duación es mucho más breve. Hay están las brillantes supernovas, estrellas que, durante un cortísimo espacio de tiempo (cortísimo a nivel estelar, que puede ser hasta unos cientos de años) brillan con la fuerza de más de un millón de soles, tanto como una galaxia entera. Esas estrellas duran miles de veces menos tiempo que una modesta pequeña estrella amarilla como nuestro sol, por una vez la modestia nos permite sobrevivir. Si nuestra modesta estrella fuera más potente, no nos habría dado tiempo a desarrollar nuestra civilización, hace tiempo que la estrella hubiese muerto en un estertor luminosamente grandioso pero nosotros no hubiesemos existido para poderlo contar. 
Muchas personas de brillante actividad mueren jóvenes, como si esa genialidad les acortara la vida como el brillo de las estrellas. No es una ley universal: hay brillantes escritores o músicos, artistas en general, de muy larga vida, pero si se da con mayor frecuencia que en las personas "normales" una muerte prematura en este tipo de personas. Suele nacer con esto un mito. Cuantos músicos, artistas, actores han fallecido a edades relativamente jóvenes aumentando con ello aún más si cabe su fama. Casos como Michael Jackson, James Dean, Mozart, Larra, entre otros muchos son ejemplos de todos conocidos. Sus obras les sobreviven, brillan como las grandes estrellas y su fulgor hace que no se olviden despues de fallecidos. Si vemos sus biografías han tenido vidas muy intensas, como si condensarán en menos tiempo la misma actividad que otros tienen en muchos más años. Puede ser que la vida no se debiera medir en tiempo, sino en las cosas que hemos podido realizar mientras estamos vivos. Tal vez desde esa perspectiva, esas "estrellas fugaces" han tenido más vida que nosotros aunque hayan durado menos. Sin duda han perdurado más.

martes, 20 de abril de 2010

Y la Naturaleza nos puso en nuestro sitio.

Y nosotros que nos creíamos lo más de lo más. Hasta pensabamos salvar la Tierra si se acercara demasiado un meteorito. Quién nos iba a decir a "los más chulitos del barrio" que cuando la Tierra dice aquí estoy yo nada puede hacerse contra ella. Primero llegaron los terremotos para enseñarnos bien claro quién es el más fuerte, y ahora con el volcán nos ha dicho que aquí se vuela si ella quiere; que en el cielo, en la tierra y en el mar, solo manda quien manda.... y no somos nosotros.
Lo malo es que la enseñanza lleva aparejado un coste muy grande, en el caso de los terremotos  de vidas y destrucción, y las cenizas han sembrado el caos en el transporte mundial.
Este año la Tierra y el clima han decidido  hacerse notar.Debemos aprender  a agachar la cabeza y decir amén. Una cura de humildad para la especie dominadora. Podemos doblegar al resto de los seres vivos, pero a las fuerzas de la Naturaleza no. Solo queda pedir que sean misericordiosas, y en último caso,  que no nos toque a nosotros.


domingo, 18 de abril de 2010

Leer siempre yuda.

Ayer, en plenas dudas sobre como retomar y reconducir el blogg no sabía por donde tirar. En estos casos la experiencia me dice que lo mejor es dejarlo un rato, y para mi un rato libre es un rato leyendo. Buscando para Colorao un texto clásico que necesita me topé con una selección de artículos de Larra. En uno de ellos encontré esta cita: es larga, pero describe perfectamente la situación en que me hallaba. Transcribo: " Habrá obervado el lector, si es que nos ha leído, que ni seguimos método, ni hacemos sino saltar de una materia en otra, como aquél  que no entiende ninguna, cúando en mala prosa, cúando en versos duros, ya denunciando a la pública indignación necios y viciosos, ya afectando conocimientos del mundo en aplicaciones generales frías e insípidas. Efectivamente tal es nuestro plan, en parte hijo de nuestro conocimiento del público, en parte hijo de nuestra nulidad".
Si así se encontraba alguién con tanta clarividencia como mostraba en sus artículos,  lo que lo convirtió en el padre del periodismo moderno en España, como no se me va a permitir a mí tener parecidas dudas. Por supuesto ni la entidad ni el alcance de los escritos de uno y otro tienen punto de comparación; pero las dudas al enfrentarse a la tarea de escribir si pueden andar por los mismos caminos entre personas de muy diferente nivel de preparación. Ante la creatividad todos vamos desnudos del exterior, solo nos acompaña nuestro propio bagaje.
Leer esto fue alcanzar cierta paz. A todos nos puede pasar que dudemos de lo que hacemos, y el mejor escribano echa un borrón. Ahora veo que si creo que tengo que hacer evolucionar mis textos es algo que nos pasa a todos, y que es cuestión de intentar hacer las cosas bien (o lo mejor que uno sepa) para hacerlo cada vez mejor y encauzar bien las cosas.
Las conclusiones, varias: aprender de los que saben, leer siempre ayuda y cuando no es así lo que hay que hacer es leer más, al final alguien acude a ayudarte desde el fondo de cualquier libro.
Por todo ello, gracias, Don Mariano.

viernes, 16 de abril de 2010

Garzón: héroe o villano.

Algunas veces no sé lo que opino de las cosas. Yo no soy yo, me pasa como en algunos dibujos animados en los que un Ángel y un demonio tratan de convencer a un personaje de lo que debe hacer. Algo así me siento a veces cuando pienso sobre ciertos temas. Tengo algo así como dos opiniones a la vez y no sé por cual decidirme. El caso de Garzón me tiene así. Durante años  ha sido el juez de referencia, el superjuez. Fue el mayor azote de ETA, no había caso gordo en el que no estuviera metido Parecía que todos los casos típicos de salir en la tele le tocaban a él. Luego se metió en política (fichaje estrella del PSOE) y todo el mundo (yo creo que incluso él) pensaba que sería Ministro de Justicia. No fue así y al poco dejó el  Congreso y vuelta a los juzgados, a su trabajo de siempre. Personaje famoso,  es requerido para dar conferencias por toda España y por medio mundo. Parece poder estar en todas partes a la vez, lleva adelante su juzgado e imparte clases y conferencias allí donde es requerido. Solicita una excedencia para dar clases en EEUU en no se qué Universidad y luego vuelta a su juzgado. Todo un ejemplo. Pero un día se empiezan a oir cosas raras: la famosa cacería con el Ministro, la solicitud del certificado de defunción de Franco (esto sonaba a cachondeo), presuntos dineros no declarados. Luego resulta que la Audiencia Nacional (creo) le dice que no es competente en el tema de la Memoria Histórica pero él pasa olimpicamente. A partir de aquí ya no sé qué pensar. Ahora se ve pringado por todas partes, parece ser que va a ser juzgado por unas pocas de cosas: prevaricación, cohecho y no sé cuantas cosas más. No sé  si hay una campaña contra él, o si real mente hay base para todo lo que se le imputa, probablemente habrá algo de ambas. Y para terminar de liarlo sindicatos, algunos políticos destacados del PSOE, se apuntan a defenderlo  dudando de la "justicia" de los jueces que tienen que juzgarlo. Mientras del otro lado algunos del PP con la boca chica y sin querer mojarse mucho dicen que en algunos de sus actos se le veía el "plumero socialista" y no actuó con la independencia que debe hacerlo un juez.
No sé cuanto de verdad hay en cada uno de los lados de esta historia. Confio en que la justicia llegue hasta el final y ya se verá. Lo que si pienso es que, al margen de los aspectos legales, lo que ha pasado es que los éxitos innegables que han jalonado su carrera le hicieron creerse Garzoman, el héroe de la judicatura, y eso no puede acabar bien. Si se te sube el éxito a la cabeza y te crees un semidios, es posible que te  sientas por encima de la ley, y eso debe ser malísimo para un juez. No creo que sea un delincuente, la verdad; tanto tiempo luchando contra ellos con tan buenos resultados no pueden ser casualidad. Pero su fama lo hizo creerse, creo, más de lo que era, y quizás eso lo haya perdido.

miércoles, 14 de abril de 2010

La tierra está temblando.

¿ Qué está pasando?. Si alguien lo sabe que me lo cuente o me diga donde hay que mirar para enterarse. Lo que no es normal es que en lo que llevamos de año haya habido siete terremotos devastadores en diferentes partes del mundo. Y eso no veo que conexión puede tener con el cambio climático ni con la actividad humana. No es un consuelo, pero por fin aparece algo en la Naturaleza de lo que no parece que los Hombres seamos los culpables. Ahora bien, parece que algo debe estar pasando, o tal vez es algo que se produce en la Tierra de vez en cuando y ahora toca. Desconocemos (o al menos yo no conozco) como se ha comportado la Tierra a lo largo de toda su historia,al menos hasta el comienzo de nuestra historia. A partir de aquí si tenemos registros más o menos fiable del comportamiento de la Tierra y por los estudios geológicos tenemos una idea de lo que sucedió antes, pero este periodo presenta más dudas que certezas.
¿ Puede ser pura casualidad? ¿ Habrá algun fenómeno en el interior de la Tierra que provoca dichos terremotos? No lo sé, pero quisiera saberlo. Supongo que los expertos ahí estarán estudiandolo. A lo mejor ellos tienen respuestas, pero no las he visto publicadas en ningún sitio.
Un señor el otro día en la botica me dijo que la Tierra tenía miedo o frío, porque está todo el día temblando. Yo me reía, pero a ver si va a ser verdad.

martes, 13 de abril de 2010

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda... pero va más mona.

Me gustaría creer que lo que sucedió cuando el accidente de Gaudí hoy no pasaría. Incluso hasta un poco lo creo, hoy en los hospitales no se deja medio abandonado a nadie. Creo que se atiende a todos sin mirar su aspecto. Cierto que a alguien famoso o con enchufe se le atiende primero y mejor, pero no se deja a nadie tirado. Incluso el aspecto externo hace que cuidemos más a alguien de apariencia distinguida sea en el porte, comportamiento o en el vestir que a alguien con pinta sucia, desastrada o humilde.
Lo que si es verdad tambien es que las relaciones personales o sociales siguen teniendo un peso muy grande en nuestra sociedad. A la hora de darle trabajo a alguien, conseguirle algún privilegio u obtener algo de los demás, las recomendaciones, las influencias de conocidos, etc. estan a la orden del día. Ya lo dice el refrán: "quien no tiene padrino no se bautiza". Es lamentable que en muchos casos no sean los méritos de los individuos los que primen a la hora de darle algo a alguien. La influencia de amistades y conocidos hacen que a menudo el trabajo o el trato preferente no sea para quien más lo merece o necesita, sino para quien tiene la suerte de poder tocar los resortes necesarios. Además eso extiende un sistema de reciprocidad ( hoy por ti y mañana por mi ) que hace que un grupo de personas se repartan mutuamente las prebendas y coloquen a los suyos lo mejor posible.
La sociedad así está conformada y es difícil erradicar esta lacra. No se llega en muchos casos a los sitios por méritos propios o lo que es lo mismo, gente que lo merece se queda fuera de los sitios porque son desplazados por aquellos que tienen mejores contactos. No digo que sea siempre así, pero es algo que se produce con frecuencia. Estamos tan acostumbrados a esto que lo vemos como algo normal, si lo analizamos fríamente es una canallada.
Es una pena que así funcionen las cosas, pero es casi imposible evitarlo, por tanto al final entramos todos en el juego lo mejor que podemos. Sinceramente, cuando a mis hijos les llegue el momento de entrar en el mercado laboral, haré todo lo que pueda y moveré todos los hilos a mi alcance para intentar conseguirles el mejor puesto de trabajo posible. Llamadme hipócrita si quereis, pero lo que no voy a dejar es que, por no hacerlo yo, otros que si usen esos resortes los dejen sin trabajo. Me parece muy mal que las cosas funcionen así, pero es lo que hay. Yo no he inventado las reglas del juego y no me gustan, pero no por eso voy a dejarme perder la partida.Si hay que jugar no voy a renunciar a las posibilidades que el juego me brinda.

domingo, 11 de abril de 2010

No importa lo que eres, solo lo que pareces.

Cuando en la tarde del 7 de Junio de 1926 en el cruce de la Gran Via de las Cortes catalanas y la calle Bailén un tranvía de la línea 30 atropelló a un anciano malvestido con ropas gastadas y viejas, aspecto descuidado, cogidas algunas de sus prendas con imperdibles, indocumentado y con unos Evangelios como única pertenencia, casi nadie le prestó ninguna atención. Nadie acudía a auxiliarlo hasta que un guardia civil paró un taxi que lo llevó al Hospital de Santa Cruz donde fue ingresado como un indigente más y apenas se hizo nada para tratarlo.
Solo ya de noche cuando el capellán de la Sagrada Familia Mosen Gil Parés advirtió la ausencia de su modesta habitación en un anexo de la Catedral, empezaron a buscar al Maestro incluso en casas de socorro y hospitales.Hasta el día siguiente no lo encontró reconociéndolo como el indigente atropellado el día anterior y practicamente abandonado en una sala del hospital. El desconocido resultaba entonces ser el gran arquitecto Antoni Gaudí, artífice de la Catedral de Barcelona y figura de prestigio mundial. Gaudí iba, como todos los días, a rezar a la Iglesia de San Felipe Neri cuando ocurrió el desdichado accidente.
Cuando la prensa dió la noticia del atropello de Gaudí todas las personalidades de la ciudad acudieron al hospital. Allí se vieron políticos, obispos, cardenales, arquitectos, nobles y lo más granado de la sociedad catalana.  Entonces acudieron a tratarlo todos los eminentes doctores de la ciudad para evaluar el alcance del daño causado por el atropello, pero ya era tarde, a consecuencia del accidente fallecía tres días después.
El 12 de Junio fue enterrado en presencia de todas las Autoridades y personalidades barcelonesas y de grandes multitudes que querían darle el último adios a un hombre tan genial.
No es posible hoy día asegurarlo, pero cabe la posibilidad de que si hubiese sido atendido desde primera hora quizá se hubiese podido hacer algo más por él y tal vez hubiese salvado la vida. Quizá si hubiese ido documentado hubiese sido reconocido y por tanto tratado desde un primer momento y quién sabe si no hubiese sobrevivido. 
El trágico suceso, totalmente real, tiene una moraleja similar a la que se decía de la mujer del César, que no solo tiene que ser honrada sino que además ( y quizás más importante) tambien parecerlo. No basta con ser un genio para ser tratado como tal, tienes que acreditarlo. Si pareces un mendigo te dejan abandonado a tu suerte en una sala del hospital ... y ahí te pudras.

sábado, 10 de abril de 2010

Siempre preferiré "para verte mejor"

Leo algunos blogs de personas de la edad de mis hijos y, hasta en sus entradas más tristes y duras no se ven tan amargas como muchas de las mías. En sus entradas se palpan inquietudes, desilusiones, dudas y toda una serie de desasosiegos propios del momento por el que transitan sus vidas. Pero la experiencia vital aun les marca por encima de todo la flecha del futuro. No hay en ellos ni pizca de mirar atrás, nunca el sentimiento de que "cualquiera tiempo pasado fue mejor". Para ellos cualquier tiempo, sea malo o bueno, siempre está por delante.
No digo que yo no mire hacia adelante, al contrario, mi primer pensamiento de cada día es para organizar los días siguientes, nunca es lo que hice sino lo que haré. Pero tambien sé que más de la mitad de mi vida ya está detrás, no delante, y eso aunque no te des cuenta te marca. Cuando ellos lamen sus heridas curan sobre piel nueva y en ella es probable que no queden cicatrices. Las heridas de mi edad casi nunca cierran.
  Dicen que una partida de ajedrez es un reflejo de una vida, creo que es una metáfora muy acertada. En la apertura, que es la juventud, es difícil, salvo desastres, que la cosa esté perdida, no suele haber errores insalvables. El medio juego (la edad central de la vida) es la parte más brillante y bonita del juego,  donde hay cientos de posibilidades para escoger y normalmente donde casi todo se resuelve. Los finales, aunque no carecen de sutilezas, son más técnicos y aburridos; casi todo es obligado para llevar al término de la partida. Llegado a este punto casi nada puede enmendarse, salvo grandes errores, el desenlace está practicamente decidido inevitablemente. Apenas quedan piezas y opciones y pocas posibilidades de enmendar nada. La gran diferencia es que en una partida de ajedrez uno suele ganar y otro perder, en la vida, al final solo nos queda perder.
La percepción de las cosas es diferente según la edad en la que nos encontremos. Alguien me enseñó que a la frase de Caperucita : "Que ojos más grandes tienes" la respuesta depende de la edad. Mientras un joven diría "para verte mejor", una persona mayor seguramente contestaría "para llorar mejor". Siempre me pareció un poco exagerado, pero no exento de parte de razón.

viernes, 9 de abril de 2010

Lo que hace el aburrimiento

Todo en esta vida tiene sus ventajas e inconvenientes. Todo su cara y su cruz. Los yankis lo expresan muy graficamente diciendo que no hay comida gratis; todo lo bueno lleva aparejado algún inconveniente.
Viene esto a cuento porque pensaba en que el Ser Humano es la única especie viviente que se aburre. Y nos aburrimos porque somos los únicos que pensamos, que tenemos una gran curiosidad por las cosas. En los animales hay cierta curiosidad básica (recordemos los cachorrillos cuando juegan con cosas desconocidas), pero ellos no se aburren, pueden desear hacer algo diferente de lo que se les obligue, pero el aburrimiento como tal, no lo conocen. Ellos hacen cosas o descansan, pero no tienen consciencia de no estar haciendo nada, y menos en contra de su voluntad. Nosotros nos aburrimos cuando quisieramos hacer algo y no podemos hacerlo, ni buscar una alternativa que nos satisfazga. Cuando no hacemos nada porque es lo que nos apetece no nos aburrimos, estamos en la gloria. Solo si nos apetece hacer algo y no podemos es cuando nos aburrimos.
Mi madre decía que "el que se aburre se aburra". Parece un contrasentido, ya que el aburrimiento vemos que  es exclusivo de los Hombres. Sin embargo el hecho de aburrirse supone no ser capaz de usar nuestra inteligencia para hacer algunas de las miles de cosas que esta nos permite para satisfacer nuestra curiosidad y evitar el aburrimiento. Por tanto al aburrirnos hacemos un uso muy limitado de nuestro potencial, como si renunciasemos a usar nuestro privilegiado cerebro, haciendo a éste más parecido al de los animales, es decir, hacemos el burro (con perdón, Señor Don Burro). La mente humana es tan maravillosa que nos abre un abanico de posibilidades casi infinito. Es nuestra apatía la que nos hace en muchos casos no desarrollarlas y perdernos, por pereza casi siempre, las satisfacciones que éstas pudieran proporcionarnos. Nuestra gran capacidad de "hacer" tiene como contrapartida la posibilidad de sentirse mal por "no hacer": el aburrimiento.
Estaba a punto de aburrirme y me puse a pensar, aunque fuera en esto. Por esta vez me salvé de hacer el burro.

jueves, 8 de abril de 2010

Diccionario enciclopédico Angarokiano- Español (Quinta edición).


Ceulá.- Top. Lugar de Mollina donde tiene lugar las reuniones y algunas actividades de la asociación preferida de Angarok. La estancia en dicho lugar debe ser muy placentera pues siempre están deseando ir. La comida se comenta que es algo fuera de serie.

Pacopá.- Top. Antro Mollinero donde se produce el relax despues de un día de intensas reuniones y conferencias de la asociación.
 
Los Ángeles de Javi.- Compañeras de facu. Muy útiles cuando falla el poder de convocatoria angarokiano. Como sustitutivos de amigos en fiestas y quedadas dan el apaño.
Terapia de coche.- Método de tratamiento de diferentes problemáticas juveniles. Es bastante exclusivo, siendo su uso limitado a un selecto grupo de usuarios. Paseando en el coche se hace una puesta en común de marcado efecto curativo.

Practiquear.-  Realizar los ejercicios prácticos que los profesores de Angarok se empeñan en mandarle a diestro y siniestro.

San Ale y Joselu.-????????????. Personajes secundarios en el mundo Angarokiano.Seguiremos buscando datos de tan esquivos personajes.


Escanear.- Dirigir la mirada por toda la anatomía de una señorita. Es una actividad que denota  poco estilo. Procedimiento habitual de borrachos y salidos, poco aconsejable para ser apreciado por el colectivo femenino.

Musikelo,musikeli.- Ambos términos se utilizan para designar el tipo de música que Angarok prefiere. Usado con frecuencia para referirse a videos musicales, más que a la propia música en si.

Tarek.-   Nombre poseedor de  reminiscencias norteafricanas. Amigo de la villa, antaño casi omnipresente. Actualmente  se le ve menos por las zonas de influencia Angarokiana, lo que no ha mermado el cariño mutuo. Eso si, sus  gustos musicales son completamente diferentes, y algunos literarios, tambien.

Página.- Espacio  físico en el periódico donde Angarok escribe sus noticias y reportajes. Tambien unidad de medida de dicho espacio, Angarok ya ha tenido alguna vez la página completa.

Secta.- Agrupación de carácter económico a la que  se ha asociado Nik, y que Angarok no acaba de entender mucho.

Encalomarse.- Pegarse a una persona o un grupo para tratar de divertirse, normalmente a costa de amargar a los demás. Acto propio de borrachos y pesados.

Tap Tap.- Diabólico juego Ipodiano que tiene enganchado a Colorao y Angarok. El pique por superar al otro adquiere niveles terribles. El juego consiste en seguir el ritmo de una canción pulsando en el momento preciso sobre los botones que el cacharrito indique o moviendo el aparato como él diga. La paranoia que les provoca el no superar los records es estresante.