lunes, 15 de febrero de 2010

de grandes y pequeños viajes.

Cuando pienso en un viaje, casi siempre es a una ciudad o zona del extranjero, y como yo, bastantes españolitos. Tenemos en mente que nuestro país es maravilloso, y un destino turístico internacional de primera fila, pero, aún así, programamos nuestras excursiones siempre que podemos hacia fuera. Quizá sea porque vemos más accesible por cercanas aquellas zonas de España que aún  no conocemos. Tal vez dejemos para ocasiones menos boyantes ese viaje más modesto. Lo cierto es que muchos se posponen siempre y al final nos quedamos sin visitar ciertas zonas, bellisimas y cercanas, sin saber exactamente por qué.
En el otro extremo estan los apegados al terruño, que no quieren saber nada del exterior. Si hay que hacer un viaje, lo más cerca posible. Si hay que ir lejos, que allí tengan las mismas cosas que aquí: "queremos de primero gazpacho, y de segundo tortilla de patatas, de postre tráigame un tocino de cielo con nata por lo alto" Y el pobre camarero alemán (por poner un ejemplo) sin enterarse de nada de lo que está pasando.
Conozco un señor que la única vez que ha salido de Andalucía (occidental) fue a Madrid, para hacer la mili. Al hablar de viajes siempre dice que el único que quiere hacer es..... Volver a Madrid. No lo puedo entender. Cuando le digo que con la cantidad de sitios maravillosos que hay para visitar solo se le ocurra ir justo al que ya conoce, él me mira como si yo fuera un bicho raro.- Pues claro, quiero ver al soldado de la garita donde hice tantas guardias para decirle que ahí estuve yo, como algunos hicieron conmigo. Ya me remata, no solo quiere ir a la misma ciudad sino que lo hace para volver a los mismos sitios. No se si es por venganza, lo que seguro que  no es por sed de viajar.
Siempre me veo  en esta situación: Parezco Jano y su mirada delante y detrás.Ni una postura ni la otra me gustan. Los viajes son todos estupendos, no hay que menospreciar ninguno.
Cuando con un grupo de amigos visitamos Cuenca, la idea  surgió  casi de cachondeo (con perdón). El primero que lo dijo fue pensando en  decir un disparate. Al comentárselo a otras personas decían ¿ Cómo se os ha ocurrido Cuenca? ¿ Qué se te ha perdido allí?. Confieso que casi no lo comentaba pues la gente parecía reirse de semejante ocurrencia. Luego, una vez allí, vimos una ciudad con unas vistas preciosas, las famosas casas colgantes con su museo de Arte Contemporáneo, fuimos a la Ciudad Encantada y, sobre todo nos divertimos muchisimo, nos reímos para reventar y guardamos un montón de buenos recuerdos de ese viaje. Desde entonces, siempre  el mismo grupo, decidimos hacer periódicamente viajes por España, para ver sitios muy hermosos y algunos poco conocidos. Así visitamos Las Hurdes, Rubielos de Mora y su comaraca, Ciudad Rodrigo, La Alberca, Candelario, el Valle del Jerte, Albarracín, y muchos otros lugares, tremendamente bellos y muchos de ellos casi sin nadie visitándolos.Lástima que el destino  quiso romper ese grupo que tanto se divertía, al llevarse al chófer en un accidente. Querido J...., sin ti los viajes ya no son lo mismo.
Por otra parte no hace falta explicar mucho las maravillas que tambien hay algo más lejos: ciudades como Roma, Paris, Londres, Lisboa, Venecia y muchas más son mundialmente conocidas por su belleza. Es fácil entender que merecen y mucho la pena verlas, y en avión estan a pocas horas de nosotros.
Los viajes  a otros continentes ya son mucho más caros y habría que programarlos  de más duración ya que al ser el desplazamiento mucho mayor sería mejor conocer diferentes zonas de dicho continente, ya qu, seguramente no volverás (yo por desgracia no he podido hacer ninguno, pero no pierdo la esperanza).
Todos los viajes son maravillosos. Salir de la monotonía, descubrir sitios nuevos, conocer gentes y costumbres diferentes a las nuestras. Nos amplian la mirada, descubrimos que hay mil formas diferentes de enfocar los mismos temas, y que no somos los propietarios de la verdad absoluta. Todos son enriquecedores. De todos se sacan cosas, y nos enseñan por encima de todo a conocernos a nosotros mismos. Sea más cerca o lejos los caminos que no conocemos son los que nos llevan a los mejores lugares, y ahí estan para quien quiera andarlos.

1 comentario:

Álvaro Sánchez dijo...

Nuestro país puede parecernos un auténtico extranjero en muchos viajes, en el sentido de que no tenemos más vista España por vivir en ella. Hay muchos guiris que la conocen mejor que nosotros.
Nunca es demasiado tarde para viajar, y es algo que puede llegar a ser mágico.