domingo, 14 de febrero de 2010

La otra ventana.

Mi casa es bastante grande y hermosa . La típica casa andaluza antigua de pueblo. Tiene un balcón enorme que da a la Plaza del Ayuntamiento. Desde mi cama puedo ver la Torre del reloj, y sus campanas me despiertan todas las mañanas. Las cigüeñas que decidieron no volver a emigrar para quedarse con nosotros en lo alto del campanario crotoran todas las tardes y a veces es lo último que oigo antes de dormirme.
La fachada principal da sin embargo a una calle estrecha y antigua llena de grandes casonas, y allí tambien un balcón, este más pequeño, proporciona una hermosa vista del lateral de la plaza. 
Por mis balcones puedo ver lo que pasa en la plaza, mientras que desde abajo solo pueden intuir poco más que siluetas. Las ventanas y balcones se hicieron para ver más  que para ser vistos, al menos si uno quiere que así sea.
Pero hay en casa otra ventana que funciona al reves. No la llamo indiscreta porque enseña solo lo que yo quiero, pero muestra de mi a quien quiera verlo, mucho más que lo que puedo ver de él. Ahora me leéis a traves de ella. Pero, igual que desde la plaza se ven siluetas en mi balcón, tambien yo veo retazos de aquellos que me miráis. Son solo pequeños datos dispersos que apenas forman vuestras siluetas, pero aun así me dice  algo de vosotros. Por ella me llega un aroma sutíl de biznagas, estampas del más hermoso estilo modernista, aires de la capital, de familiares y otros que no lo son, circunstanciales campanadas del Big Ben, brisas de las islas y sones del otro lado del Atlántico. Con todos ellos  llegan ,a veces, visitas que honran con su presencia a este humilde boticario de pueblo. Y, por supuesto, los míos, ese grupito de sevillanos, conocidos la mayoría que ha diario os tomáis la molestia de mirar mis páginas. Espero que encontréis en ellas lo que sea que busquéis: diversión, saber algo, o ver que pasa por la cabeza de este loco. A todos, me gustaría no decepcionaros, acertar cada vez que volvéis a acordaros de este boticario que, cada día, cuando despues del trabajo se sienta junto a uno de esos hermosos balcones, piensa qué decirle a esa ventana que ha abierto al mundo. Un enorme abrazo para todos.

3 comentarios:

Álvaro Sánchez dijo...

Fantástico

j.garq dijo...

Para Arvi:El Big Ben suena maravilloso cada día en esta ventana con tu presencia que tanto me gusta. Gracias por estar siempre ahí. Un abrazo.

Anónimo dijo...

jooo... yo estaría más amenudo, pero ando un poco liadilla, ya sabes... nos vemos este finde... por cierto... algún día tendré que actualizar...