viernes, 12 de febrero de 2010

del goce del amor (1). Conociéndose

Porque puede parecer que el mundo salió sonriendo esta mañana. Vas a trabajar y los pies vuelan solos, mientras la cabeza está en lo que importa. Ella ocupa todo el espacio y el tiempo. Sabes que está allí, no importa el sitio, contigo. Nada puede hacer que se tuerzan las cosas, nada puede privar al día del sol aunque las nubes lo cubran todo. El mundo ríe por encima de dolores y tragedias. El amor es egoista, cuando se tiene lo demás no importa. Compartir no es repartir, es gozar. Las cosas no se dividen entre dos, se multiplican hasta el infinito. El tiempo carece de medida, no se sabe lo que va a durar, pero un instante de felicidad es eterno, solo hay que vivirlo. Lo que haya de pasar más adelante ya llegará, ahora a disfrutar a tope de la vida y de tu pareja.
Los sentidos se saturan y entremezclan  en su presencia. Su tacto es dulce, su voz ilumina los rincones, al verla suenan las campanas y sabe a gloria... Nada es  lo que es si ella no está. Hasta la nada está en su sitio cuando ella está contigo.
En la felicidad no se piensa, se vive. Solo si llega a faltar notamos su ausencia. Mientras es el estado natural de la vida  apenas le damos importancia.  Y te pones cursi y vuelves a ser como un niño, da igual, nadie puede entender porque estás así, ni falta que hace. Solo se hacen largas las horas de no estar juntos. El tiempo con el otro es un suspiro eterno, pasa rápido pero dura siempre.
Dicen que el amor es una enfermedad; puede. Pero es la enfermedad más hermosa que existe, y no mata. Es más fácil morir por falta de amor que por tenerlo a tope. No es la única manera de disfrutar de la vida, pero es de las más completas.  El mundo nunca parece tan hermoso como cuando lo miramos por alguien, incluso a nosotros mismos  nos hace mejores. Disfrutadlo, seguro que lo merecéis.  

1 comentario:

Álvaro Sánchez dijo...

Bieeeennn!! Me ha encantado! =D