viernes, 12 de febrero de 2010

del goce del amor (2). Apoyándonos

 Han pasado los años y los niños que eran y se creían adultos quedaron atrás. Ahora la casa, comer y vivir es algo que hay que ganarse. Ya no se vive con los padres, ni se tiene todo hecho. Juntos, empezando con poco más que las ganas de empezar, se va poco a poco formando un hogar. Al principio con pocas comodidades y mucho amor. Pero poco a poco la casa y la vida se van llenando de cosas, y ambas van cogiendo aspecto de hogar entañable. El esfuerzo y el orgullo de lograrlo se comparten. Como se valora entonces cada logro: este mes no se puede, la cómoda nueva es preciosa, y aquí queda de lujo, Vamos a colgar en la sala los grabados....
Ya no se nublan los sentidos. La pareja crece con los pies en el suelo. Es un querer más sereno y reposado.  Es un amor con menos prisas, con más sentido. Más maduro y completo.
Y vienen los hijos. Al segundo de nacer tu primer hijo no entiendes como has podido vivir antes sin él. Al poco ya te parece que llevas con él toda la vida. Antes de llegar era la nada. Y la vida vuelve a regalarte alegrías diferentes: verlos crecer, andar, esperar las primeras palabras. Y en todo ese disfrute los dos, compartiendo sueños y esperanzas, dificultades y alegrías. Aprendiendo a ser padres juntos, a ser mejor personas, a compartir los miedos ¿ Le pasará algo?, Parece que no come, ¿ Por qué llora? ¿Le dolerá algo?.
Si  la pareja de por si era maravillosa, ahora  han creado juntos lo mejor que jamás tendrán : sus hijos. Solo por eso ya, pase lo que pase mañana hay un lugar en ti para ella, de la que nunca podran sacarla. Nos hemos regalado lo más grande, y siempre serán de los dos.
Ese camino, recorrido juntos , cuando todo está por hacer, cuando se animan uno a otro ante las adversidades y se va levantando poco a poco el universo que construimos. Cuando de esos seres, al principio tan indefensos, que son carne de nuestra carne van saliendo adelante con nuestro esfuerzo, todo se da por bien empleado. Y juntos se disfruta del enorme placer de verlos crecer.

2 comentarios:

Álvaro Sánchez dijo...

Estoy deseando ser papá ^^ Pero más adelante, claro...
Eso de ¿por qué llora?, te lo preguntaste muchas veces, verdad?? jajaja

j.garq dijo...

Para Arvi: Ya no va todo tan negro ¿No?. en esta vida hay que dar una de cal y otra de arena. Un abrazo.