sábado, 6 de febrero de 2010

MI HÉROE

Leí una vez un fragmento de un gran poeta luso, Pessoa, y decidí, por esas pocas líneas, que había que leer  más cosas de ese hombre. Recuerdo el mensaje pero no las palabras, es una lástima porque no se decirlo tan bien. Hablaba de la grandeza del héroe en la derrota. Como alguien, hundido porque ha sido arrasado, mira al frente con orgullo consciente de haber hecho cuanto podía. Como se puede ser un gran hombre sin ser un triunfador, y como hay triunfadores que son miserables. Como describía ese hombre la mirada honrada y sincera de quien no se arrepiente de nada, que acepta resignado lo que le depara la vida, que no cuestiona la justicia o no de los hechos, solo afronta la afrenta con entereza.
Me sentí que yo quería ser como ese hombre, orgulloso de mis actos, inependientemente del resultado final. Yo tambien quiero ser héroe, aunque sea en la derrota. Quisiera saber que siempre voy a poder mirar de frente con orgullo, pase lo que pase. Que no le he fallado a nadie, que no puse zancadillas a quien  pasó por mi lado, que si caí me levanté como pude, pero sin derribar a nadie para conseguirlo.
He leido miles de historias de héroes.Hombres de gran valor, inasequibles al  desaliento, brillantes estrategas, perseverando hasta alcanzar la victoria y la recompensa que tenían más que merecida. Pero ninguno tiene para mi ni la mitad de la grandeza de ese héroe de Pessoa con su derrota a cuestas, sin más premio que el del deber cumplido, y esa mirada de honradez de quien no duda sobre sus actos. Resignado ante la vida porque las cosas son así, pero contento consigo mismo.


2 comentarios:

Álvaro Sánchez dijo...

Bieen! Parece que este héroe no está por internet; lo he buscado pero no aparece. Pero seguro que está bien.

Me encanta Mark Knopfler! Y los Dire Straits!

j.garq dijo...

Yo tampoco lo encontré. Leí la cita en un periódico, y compré el libro de donde en teoría había salido la cita, pero allí no estaba. No la he vuelto a ver, pero mi héroe ideal es ese, el hombre sencillo y honrado. Y fue esa cita la que me lo enseñó.