sábado, 13 de febrero de 2010

y ahora qué (Hombres- piedra u Hombres-puenting)

Una vez destripadas, algunas de las infinitas posibilidades del amor, habrá que buscar una conclusión. Porque aparentemente esto es " lo mismo te digo una cosa que te digo la otra". Y es que. a mi entender, casi todo en la vida es así. La vida es apostar, jugarse a una intuición,a una idea o a un propósito, lo que uno tiene. O quedarse quieto, y en actitud contemplativa, para ni perder ni ganar. Hay quien, despues de perdido piensa que para eso mejor no haber jugado. Pero... ¿ Y si hubiese salido bien? ¿ Y si la próxima sale? (Ya está aquí mi amigo Ysi). Otros por ahorrarse sufrimientos renuncian al riesgo y, por tanto a la posibilidad del premio. Cada uno tira más para un lado o para el otro según su personalidad y carácter.
¿Recordáis aquellos dibujos de Mingote que,representando el inmovilismo, aparecían hombres que de cintura para abajo eran un montón de piedras?. Así se me figura a mi la persona que, por no sufrir, no arriesga en busca de la felicidad.  Solo que tambien les veo piedra en el cerebro. Es más, me parece que tienen la misma vida que una piedra; los mismos sinsabores, y la misma felicidad. Claro que si a ellos con eso les vale... allá ellos...
Pero cuidado, no digo que haya que ir como loco por la vida, sin pensar lo que se hace.  Las personas "puenting", aquellas que hacen del riesgo su manera de vivir, frecuentemente se estrellan, y suelen acabar  sin nadie a su alrededor, y desengañados de darse bofetadas. Y el resto del personal, harto de sus locuras, termina por dejarlos con un "Ahí te quedas, las leches te las das tu solo".
La virtud está en el medio. Ni arre que trotes ni so que te pares. Hay que hacer las cosas sabiendo lo que se hace. Aceptando una porción de riesgo inevitable, pero procurando tener ciertas premisas que indiquen que la cosa puede funcionar. Una vez que se estudian las posibilidades hay que contar con que existe un margen de error o incluso que las circunstancias pueden variar haciendo imposible lo que "a priori" era factible. Y por fin, tomada la decisión, adelante con todas las consecuencias y suerte, que las cosas se pintan solas para complicarse.
Entre ambas opciones siempre prefiero perder por haber tenido, que no haber disfrutado de nada  y tampoco sufrir. Ya os dije que, para mi, quien no encuentra diferencia entre estar vivo y estar muerto, está muerto... aunque esté vivo. 

1 comentario:

Álvaro Sánchez dijo...

Jajaja, muy buena Javier. Estás de un bloggero que no hay quien te alcance! No veas si le has cogido el gustillo a esto; me alegro!